El sistema inmunitario tiene la función de protegernos del ingreso y proliferación de los virus, las bacterias, los parásitos y los hongos. Estas “defensas” identifican a los agresores y luchas frente a los elementos nocivos (a través de los anticuerpos y glóbulos blancos).
En ciertas ocasiones este sistema se ve debilitado y es entonces cuando el organismo está más expuesto a las enfermedades. Son varios los factores que reducen las defensas:
- Los cambios emocionales
- El cáncer
- La deficiencia de nutrientes
- El estrés
Pero existen diferentes infusiones que mejoran esa “barrera” que nos separa de la enfermedades.
1. Equinácea
Una de las principales bondades de esta planta es su capacidad para atacar a virus, hongos y bacterias. Está considerada como uno de los mejores antibióticos naturales que existe. Además estimula el sistema inmunitario, ayuda en la producción de glóbulos blancos y neutraliza la acción de los microorganismo patógenos.
2. Boldo
El té de boldo es muy conocido por sus propiedades digestivas y hepáticas, pero también sirve para reforzar las defensas de manera natural. Esta hierba es inmunomoduladora y evita que nos enfermemos sobre todo en invierno. Es preciso consumir una taza después de las comidas.
3. Ginseng
Es una hierba con muchas propiedades y variedades, la más conocida es el tipo panax ginseng (o ginseng coreano). Este aporta componentes activos como los ginsenósidos, que son antiinflamatorios y evitan el desarrollo del cáncer.
4. Uña de gato
La mejor propiedad de esta hierba es su posibilidad de aumentar las defensas. Esta ventaja se debe a un alcalinoide denominado isopteropodina y al ácido clorogénico. Ambos mejoran el trabajo de los glóbulos blancos para que destruyan los elementos extraños o microorganismos alojados en la sangre.
5. Ginkgo Biloba
Las hojas de esta planta contienen dos antioxidantes muy potentes: ginkgólido y bilobalido. Estos dos compuestos pueden proteger al organismo de la acción negativa de los radicales libres. Además reducen los efectos de la radiación e impiden la muerte celular.
6. Genciana
Esta hierba estimula la producción de los glóbulos blancos y mejora el sistema inmunitario. Está recomendada para prevenir diversas enfermedades sobre todo aquellas que afectan el aparato respiratorio como las anginas, la faringitis y la sinusitis.
También se aconseja para aquelas personas que padezcan resfriados, gripes o bronquitis. También es un remedio natural para tratar ciertos tipos de alergias.
7. Rooibos
El té de rooibos o también conocido como “sudafricano” contiene sustancias (polisacáridos y aspalatinas) que refuerzan el sistema inmunitario y retrasan el proceso de envejecimiento. Inhiben el desarrollo de los virus en los pacientes con inmunodeficiencia adquirida (VIH). Se recomienda en personas con rinitis y alergias respiratorias.
8. Astrágalo chino
Esta planta aumenta las defensas al mismo tiempo que renueva las células dañadas o envejecidas. Se recomienda principalmente para aquellos que tras haber padecido una infección o por tener el sistema inmunitario debilitado no poseen vigor o fuerza corporal para levantarse de la cama o realizar ciertas actividades.
El té de astrágalo es también aconsejable para pacientes con tendencia a enfermedades o procesos infecciosos como la gripe la bronquitis o el resfriado varias veces al año. Es adecuado además para casos de anemia, estrés, ansiedad o astenia primaveral.
9. Astralagus propinquus o membranaceus
Es una hierba diurética muy potente y con gran eficacia para tratar infecciones y enfermedades provocadas por un sistema inmunitario debilitado. Los falvonoides, los polisacáridos y las saponinas son los encargados de tales ventajas. El astralagus propinquus está recomendado para personas que padecen asiduamente resfriados y gripes.
10. Muérdago
Contiene alcaloides, mucílagos y taninos que convierten a esta planta en un remedio ideal para evitar e incluso tratar el cáncer. El muérdago impide el desarrollo de las células cancerosas y ayuda al sistema inmunitario en su proceso para luchar contra los virus y las bacterias. Sirve también para el crecimiento de células sanas y prevenir las infecciones de todo tipo.
11. Sellos de oro
Es también conocidas como “cúrcuma canadiense”, esta planta se usa desde tiempo ancestrales por los aborígenes de las tribus norteamericanas para tratar las enfermedades infecciosas.
El sello de oro sirve para evitar el cáncer, combatir la tos ferina y reducir las infecciones cutáneas (provocadas por heridas o picaduras de insectos).
12. Lapacho rosa (handroanthus impetiginosus)
Esta especie nativa de América Central tiene muchas propiedades curativas gracias a sus componentes entre los que destacan las soponinas y los taninos.
Desde hace siglos se emplea la corteza con fines medicinales ya que puede tratar el paludismo, las infecciones, la fiebres, el lupus y diferentes tipos de cáncer.
