Jeimmie Espino Ramírez y Lisset Neri Pérez estudian Ingeniería Química Industrial en el Instituto Politécnico Nacional y han creado un prototipo llamado Gimfi.
Jeimmie Espino Ramírez y Lisset Neri Pérez filtran las partículas orgánicas y sólidas del agua sucia usando diferentes capas de filtro de algodón, carbón, arena, mármol, tezontle y grava, logrando purificar el agua contaminada para convertirla en combustible.
En el segundo proceso de su proyecto, someten al agua ya filtrada a un proceso de electrólisis del cual se obtiene hidrógeno para hacer funcionar estufas y calefactores.
Esto dio nacimiento al prototipo Gimfi que en lengua otomí significa “agua sucia”. Este tuvo su origen hace años como un proyecto escolar de innovación que las estudiantes lograron realizar con ayuda de Martín Daniel Trejo Valdez, profesor que participó con ellas en la investigación.
Este proyecto no sólo busca limpiar el agua sucia, sino proveer de energía a comunidades marginadas que no cuentan con gas y combustibles.
City Express consigna que con este dispositivo se puede fabricar una versión fija o portátil del sistema que necesita de corriente eléctrica para funcionar. Ahora Jeimmie Espino y Lisset Neri quieren incorporar celdas solares para hacer más sostenible su proyecto.
El prototipo Gimfi ha llamado la atención de quienes le ven potencial para ayudar a las personas más vulnerables de México. Las estudiantes no descartan patentar su idea y llevarla donde más se necesite.