Un plato de avena es tan simple, pero a la vez tan nutritivo que ha trascendido generaciones y fronteras. Se puede consumir como cereal, con agua o leche, fría o caliente, incorporado en licuados o batidos, de todas las maneras posibles.
Lo importante es que es un alimento nutritivo que nos ayuda a mantenernos en forma, tener energía y además es muy fácil de preparar y el resultado siempre es delicioso.
Rica en fibra
Lo interesante de la avena es que contiene fibra soluble e insoluble. La primera forma un gel viscoso que ayuda a bajar el colesterol y estabilizar los niveles de glucosa en la sangre; y la segunda nos ayuda a mantener la salud del intestino.
Más saludable de lo que crees
Es baja en calorías y además te sacia. Contiene minerales, vitaminas y oligoelementos que te ayudarán a dejar de comer entre comidas. Además ayuda a que el hígado trabaje mejor gracias a que es depurativa.
Baja los niveles de azúcar
La fibra soluble ayuda a digerir el almidón de los alimentos de mejor manera y además regula los niveles de glicemina, por lo que si eres propenso o ya padeces diabetes, un plato al día de avena es ideal.
Controla el peso
Además de hacernos sentir satisfechos, inhibe la necesidad de carbohidratos. Pero de todas maneras debes medir la cantidad de avena que consumes, los excesos no son buenos.
Lo ideal sería comenzar el día con un buen plato de avena, para comenzar a crear ese hábito en ti todos los días.