Los calambres musculares son contracciones que no podemos moderar con nuestra voluntad, que causan dolor, y pueden originarse por múltiples causas, entre ellas, por excesivo trabajo de un músculo que produce agotamiento, por calor, por afecciones nerviosas o, por causas menos atendidas tales como los calambres por carencias nutricionales.
Existen diferentes tipos de calambres que a veces aparecen luego o durante esfuerzos físicos, como el deporte o las relaciones sexuales. Sin embargo, los calambres también dan si uno está quieto.
Los calambres suceden por la contracción involuntaria o espasmos en los músculos que están asociados con pequeños malfuncionamientos de los nervios que a veces hacen que las neuronas manden distintos impulsos a los músculos, pero también suceden por fatiga, mal flujo sanguíneo, uso de diuréticos, poca masa muscular y muchas veces por ejercitarnos sin estirarnos antes. Lo bueno es que existen algunas cosas que puedes incorporar a tu alimentación para prevenirlos.
Agua
Este vital elemento está primero en la lista, pues es la principal forma de prevenir calambres por siempre. Si la persona permanece hidratada, sobre todo cuando se realiza una gran cantidad de ejercicio, pues así absorbes bien los nutrientes y no te descompensas cuando estás a la mitad de tu rutina.
Sodio
El sodio es muy útil para ayudar a mantener balanceado tu organismo. Los fluidos corporales y la sangre son muy importantes para evitar los calambres, así como los electrolitos que pueden generar los impulsos nerviosos que causan las contracciones musculares. La sal de mar, el cilantro, las zanahorias y más son grandes fuentes de sodio.
Calcio
Si el individuo posee huesos fuertes, significa que tiene menos posibilidades de que los calambres se vuelvan algo cotidiano, para eso está el calcio. Pero también ayuda a tu corazón, sobre todo a las arterias; es bueno para tu intestino y para la sinapsis de tu cerebro, así que si quieres evitar calambres no dejes de comer semillas de girasol, higos, brócoli y papa dulce.
Magnesio
La cultura popular dice que si alguien tiene calambres, debe comer más plátanos, esto es porque este alimento es rico en potasio, calcio y sobre todo magnesio. Cerca de un tercio del magnesio de todo el cuerpo se encuentra en los músculos, lugar en el que es usado para la contracción y la relajación. Una comida rica en magnesio pueden ser legumbres, soya, palta, nueces y granos enteros.
No dejes de prevenir, porque es lo mejor para poder evitar sentir estas molestias que no tienen nada de placentero. No dudes en visitar a tu médico de cabecera si sientes que los calambres no se van cambiando tu dieta o ejercitándote correctamente.