El frecuente uso de la plancha alisadora trae consecuencias para la salud de nuestro cabello, así que para cuidarlo lo más posible debes saber cómo utilizar esta herramienta de manera correcta.
Cualquier instrumento que dé calor a nuestro pelo tenderá a dañarlo, por lo que las siguientes indicaciones sirven tanto para el uso del secador como de la plancha. A continuación te entregamos algunas claves para disfrutar de un cabello espectacular, saludable y muy fuerte.
Elige la plancha alisadora perfecta para ti
Hay demasiadas planchas de pelo en el mercado. Por lo mismo, nuestra elección casi siempre va en una relación de precio y calidad.
Antes de invertir demasiado dinero o comprar la más económica, ten en cuenta los siguientes detalles:
- Las planchas más pequeñas son ideales para el cabello corto pues permite manejarla mucho mejor
- El revestimiento ideal es de cerámica, titanio o turmalina. Este es el mejor punto de partida para cuidar de tu cabello
- Las de cerámica son las mejores y las con el precio más ajustado. En ellas, el cabello se desliza mejor y el calor se transmite de manera óptima sin quemar el pelo
- Su temperatura debe ir desde los 75 a los 240 °C, con una temperatura media ideal de 190 °C
- Si quieres hacerte ondas o rizos, busca un modelo que permita esa opción
Alisa en seco siempre
Si alisas tu pelo mientras está mojado lo podrías quemar, así que lo ideal es secarte el cabello con el secador y luego usar la plancha.
Toma en cuenta que tanto la plancha como el secador son herramientas de calor muy intensas que a largo plazo dañarán tu cabello. Para reducir el daño, lo ideal sería que tuvieras tiempo de dejar que tu cabello se secara por sí solo antes de usar la plancha.
Protección capilar previa
La mejor forma de cuidar nuestro cabello y prepararlo para el uso regular de la plancha es la buena protección capilar. Hay una amplia variedad de productos que protegen nuestro cabello del calor, así que escoge el que más se ajuste a tus necesidades (los que facilitan el peinado o el alisado, los que protegen del sol, etcétera).
Los protectores capilares se aplican en el cabello mientras está mojado. Con un peine de cerdas amplias, expándelo bien para que se vaya secando poco a poco.
Usa diariamente un protector capilar e, idealmente, aplícate una mascarilla una vez por semana. Utiliza también cremas hidratantes para el cabello, que será tu mejor aliada si usas seguido la plancha.
Desenreda y divide tu pelo en secciones
Es probable que te levantes por la mañana y uses la plancha alisadora como si fuera un cepillo pues es rápida y nos deja el peinado que buscamos. Sin embargo, esto no es lo adecuado.
Si quieres un cabello sano y bello, dedícale más tiempo.
Antes de usar la plancha, cepilla bien tu pelo para deshacerte de los nudos y cabellos enredados que se quemarán si les pasas la plancha por encima. Luego divide tu cabello en mechones no demasiado gruesos para cuidar tu cabello y simplificar el planchado.
Siempre recuerda no mantener la plancha en el mismo mechón por mucho tiempo. Si el resultado no te convence, retira la plancha y vuelve a pasarla cuando el mechón se halla enfriado. De lo contrario, si vuelves a insistir de inmediato, tu mechón se quemará.
No uses la plancha todos los días
Puede que te acostumbres a ver liso tu pelo, pero si no es su forma natural estás castigándolo con la plancha y las consecuencias de ese castigo se terminarán por hacer evidentes.
Deja que tu cabello descanse al menos uno o dos días, para que le permitas tomar fuerza y que no se debilite demasiado. Además, nunca olvides los tratamientos capilares, como cremas protectoras o hidratantes, si haces un uso intenso de la plancha.
Ten en cuenta que no es adecuado que las niñas de temprana edad empiecen a usar la plancha para el cabello.
Una buena máquina, un uso adecuado, un tratamiento complementario para cuidar tu cabello y un mantenimiento regular de la plancha (es lo mínimo limpiar las placas seguido), podrás lucir un pelo estupendo y sano.