El chocolate negro es un alimento ancestral delicioso e irresistible, que viene a ser un remedio natural para algunos trastornos. También es un gran antioxidante, regula el intestino y mejora la salud cardiovascular.
Su origen se reomanta a casi 4 mil años de antigüedad en Centroamérica, pues se sabe que los mayas lo tomaban como bebida sagrada incluso en sus rituales. Es el cultivo y la domesticación de la planta de cacao lo que permite extraer el chocolate negro y otras variedades, y pronto fue adquiriendo una significativa importancia por su carácter espiritual, medicina, económico y político.
En este artículo nos referiremos sólo a los beneficios del chocolate negro en específico, que tiene un alto contenido en cacao lo que le otorga grandes propiedades medicinales. Otras variedades como el chocolate con leche son menos saludables (pues tienen grasas y azúcares) y quedan descartadas de esta revisión.
Procura siempre elegir un chocolate negro que tenga al menos un 70% de cacao. También puedes usar cacao puro para cocinar todo tipo de recetas y bebidas.
Es un potente antioxidante
El chocolate amargo se elabora con las semillas del árbol de cacao o cacaotero, que tiene más capacidad antioxidante que muchas frutas gracias a su acumulación de polifenoles. No por nada la semilla de cacao es conocida como un superalimento.
Por ello es un excelente remedio para prevenir el envejecimiento.
Al ser calentado y cocinado, vale advertir, el chocolate pierde algunos de sus nutrientes y disminuye también su capacidad antioxidante.
Mejora tu salud cardiovascular
El consumo habitual y moderado de chocolate negro ayuda a prevenir trastornos cardiovasculares como la hipertensión, el colesterol alto y la diabetes tipo 2. Sin embargo, otros tipos de chocolate comercial genera el efecto opuesto en nuestro cuerpo.
Una sustancia activa del chocolate negro, llamada flavonocina, ayuda a mejorar el sistema circulatorio igual que muchos remedios, ayudándonos a controlar la presión arterial y previniendo enfermedades a las venas y el corazón.
Regula tu intestino
El chocolate negro contiene fibra soluble que, además de ayudar a controlar el colesterol, beneficia el tránsito intestinal. Un 10% de su peso es fibra, que además nos ayuda a aumentar la sensación de saciedad.
Como la fibra no se descompone en el organismo y pasa intacta por el intestino, ayudará a limpiar nuestro tracto digestivo. por ello, consumir chocolate negro puede prevenir el estreñimiento y el colon irritable.
Calma la tos
Una sustancia del chocolate negro llamada teobromina actúa sobre el nervio vago y reduce su actividad. Entre otras funciones, este nervio controla los ataques de tos, así que consumir unos gramos de chocolate negro ayudará a calmarlos.
Es recomendable acudir a una bebida de chocolate caliente si estamos sufriendo síntomas de gripe y resfrío. Pero recuerda evitar la leche, que aumenta la mucosidad y podría empeorar tu estado.
Entrega felicidad
Cuando consumimos chocolate, nuestro cerebro produce endorfinas, hormonas que nos generan alegría y felicidad. Por ello nos sentimos tan bien al consumirlo, especialmente si lo compartimos con quienes más queremos.
¡Consume más chocolate! Sólo recuerda que debe ser alto en cacao y no comas más que un poco a diario.