Además del estreñimiento, los problemas relacionados a nuestros intestinos pueden varias y presentarse de diversas formas. Y es que si tomamos en cuenta que estos esenciales órganos llevan a cabo múltiples funciones básicas en el cuerpo humano, las consecuencias de su bajo rendimiento nos afectarán de varias maneras.
Gracias a los intestinos absorbemos los nutrientes de los alimentos, obtenemos minerales, vitamina y agua, junto con actuar como una parte indispensable del sistema inmune.
La flora microbiana presente en sus paredes es imprescindible para nuestro bienestar y salud, pues son fundamentales en el proceso de alimentación y sirven para hacer frente a múltiples enfermedades.
Al mismo tiempo, solemos olvidar que una de las partes del intestino es el colon. Así que mantener una buena salud intestinal es sinónimo de bienestar general.
Por ello es necesario poner atención a cualquier sintomatología secundaria que a veces descuidamos o que incluso desconocemos, pero que podría revelarnos un problema en los intestinos. Toma nota de estos síntomas, y haz que los chequee un médico:
Huesos débiles
Si un día tropezamos con una roca mientras caminamos por la montaña y nos rompemos la cadera, la causa puede estar en que la caída fue muy brusca, o a la clásica osteoporosis. Pero si al mes siguiente sufrimos una rotura de muñeca (o tibia, u hombro) es un signo de que algo ocurre y debemos conocer la causa.
Muchas veces el motivo puede estar en que nuestro estómago produce demasiado ácido, por lo que minerales (como el calcio y el magnesio) no son absorbidos como deben en nuestros intestinos. Además, si estos órganos están sucios y no funcionan como deben, sufriremos un déficit de la vitamina K, clave para unos huesos fuertes y sanos.
Épocas de ansiedad y cansancio
Si nuestra flora microbiana está desequilibrada, lo notaremos primero en nuestro estado de ánimo pues hay un nervio que conecta el intestino con el cerebro, llevando señales en ambas direcciones. Si consumimos demasiadas grasas saturadas, la microbiota se verá afectada y comenzarán síntoma emocionales concretos como el cansancio y la ansiedad.
Para evitarlos, consume más fruta y verdura fresca, bebe abundante agua y consume kéfir, que tiene grandes resultados en la flora bacteriana.
Picazón en la piel
Comúnmente podríamos asociar este curioso síntoma a alergias (y generalmente tendríamos razón), pero también puede deberse a un problema en los intestinos.
Si nuestro intestino es permeable, las partículas de los alimentos que no se han digerido adecuadamente estarán entrando al torrente sanguíneo. Esto causará un exceso de toxicidad en nuestro cuerpo, haciendo que el sistema inmune reaccione de forma adversa a esta condición: generará picor, hinchazón e inflamación.
Si nos afectan estos síntoma, debemos consultar con un médico.
Uñas débiles
Las uñas quebradizas y débiles puede ser una señal de que no absorbemos los nutrientes de forma adecuada mediante nuestra alimentación. No sólo somos lo que comemos, más bien, somos lo que nuestros intestinos pueden absorber.
Si nuestros intestinos no están sanos, la flora microbiana será escasa o deficiente y no será capaz de descomponer bien los alimentos, lo que hará que no podamos absorber bien las vitaminas y minerales que le dan fuerza y salud a nuestro cuerpo. Y a nuestras uñas.
Vientre hinchado
Si te preguntas cómo has podido engordar en muy poco tiempo, y la respuesta está en la hinchazón abdominal debido a un exceso de gases, entonces nuestros intestinos no funcionan de forma adecuada. A veces la raíz del problema, incluso ni siquiera está en comer alimentos que comúnmente generan gases (como los frijoles), pues puede existir una alergia alimentaria que desconoces.
Muchas veces los lácteos son los alérgenos más comunes en nuestra dieta, y son los responsables usuales de esta sintomatología.
Heces blancas
Las heces blancas no son algo que deberíamos tomar a la ligera, así que deberíamos consultar a un médico especialista inmediatamente.
La causa más común de las heces blanca es un intestino irritable, acompañado de episodios de diarrea. La alteración de nuestra flora bacteriana y las inflamaciones intestinales también lo provocan, pero incluso puede deberse a serios problema hepáticos que requerirán de un tratamiento específico urgente.