A medida que envejecemos es inevitable dejar de recordar ciertas cosas, especialmente lo que almacenamos en la memoria a largo plazo. Es normal tener ciertos olvidos, ya que el proceso de envejecimiento trae consigo cambios en la memoria que no tiene nada que ver con la demencia senil o el Alzheimer.
Los cambios fisiológicos que se experimentan al envejecer son los que causan algunos fallos en el funcionamiento del cerebro provocando que se necesite más tiempo para aprender o para recordar. Pero lo importante es que sí se pueden producir nuevas neuronas a cualquier edad, por lo que es posible evitar la pérdida significativa de memoria. La recomendación es utilizarla o entrenarla, ya que al igual que un músculo, ésta se pierde a medida que no se ocupa.
Hay muchas formas de mejorar las habilidades cognitivas y así prevenir una pérdida considerable de memoria.
Hacer ejercicios regularmente
Al hacer ejercicio liberas estrés y alivias la ansiedad y la depresión, manteniendo tu cerebro sano. Además fomenta el desarrollo de las neuronas y reduce el riesgo de los trastornos asociados a la pérdida de memoria como las enfermedades cardiovasculares o la diabetes.
Hacer vida social
Aquellos que mantienen una activa vida social, comparten con sus familiares y amigos constantemente, tiene menos riesgos de padecer problemas de memoria que los que no se relacionan con los demás, ya que la interacción social los ayuda a mantener las funciones cerebrales. Todo esto también se relaciona con que la vida social previene el estrés y la depresión.
Cuidar la alimentación
Los alimentos ricos en antioxidantes controlan la “oxigenación” de las células tanto del cuerpo como del cerebro y aquellos ricos en grasa omega 3 contribuyen a la memoria y el cerebro.
Pero los alimentos con muchas calorías aumentan la posibilidad de desarrollar pérdida de memoria o deterioro cognitivo. El consumo excesivo de grasas saturadas y trans aumentan los niveles de colesterol malo, por lo mismo, el riesgo de padecer enfermedades cerebrovasculares.
Controlar el estrés
El estrés causa problemas de memoria, por eso es más probable que aquellos que viven estresados o con ansiedad tengan problemas para aprender y concentrarse, independiente de la edad. Además el cortisol (hormona del estrés), provoca daños en el cerebro a medida que pasan los años.
Dormir las horas suficientes
Mientras descansamos la memoria se encarga de almacenar los nuevos conocimientos y recuerdos para que luego sean recuperados. Pero si no dormimos las horas adecuadas entonces se reduce el crecimiento de las nuevas neuronas en el hipocampo y esto causa problemas de memoria, concentración y se nos hace difícil tomar nuevas decisiones.
No fumar
Esta mal hábito aumenta el riesgo de sufrir trastornos cardiovasculares que pueden ser los causantes de un accidente cardiovascular, además de tapar las arterias que oxigenan el cerebro.
Consejos para mantener el cerebro activo
- Jugar juegos de estrategia (ajedrez o cartas)
- Hacer crucigramas, rompecabezas y sudokus
- Leer constantemente
- Aprender cosas nuevas
- Tocar instrumentos musicales
- Comprometerse con un proyecto que necesite planificación (jardinería, construcción, etc.)