Las uñas además de estar expuestas a los factores medioambientales, pueden sufrir traumatismos por un corte mal efectuado o al utilizar un calzado demasiado ajustado, en el caso de las uñas de los pies, provocando que ésta se encarne. Al no tratar estas situaciones se podrían derivar infecciones con síntomas como endurecimiento de la zona afectada o incluso el quiebre de la uña.
Para tratar estas infecciones existen remedios naturales que ayudan a la recuperación y alivian el dolor que causan las uñas encarnadas.
Vinagre de manzana
Sus nutrientes y agentes antibacterianos lo convierten en un excelente recurso para combatir algunas enfermedades. Gracias a su acción antibiótica combate las infecciones que se asocian a las uñas encarnadas, acelerando su recuperación y reduciendo la posibilidad de un problema más serio.
Sumerge un algodón en dos cucharadas de vinagre de manzana (20 ml) y frótalo sobre el área afectada. Repítelo varias veces al día y verás cómo mejora el problema.
Vicks VapoRub
Además de aliviar los síntomas de afecciones respiratorias, este ungüento también es útil para tratar las uñas infectadas.
Toma una pequeña cantidad de la pomada y frótala sobre las uñas afectadas, luego cúbrelas con un vendaje para que actúe durante toda la noche. Repite el proceso durante varios días hasta que se alivie el problema.
Ajo
El ajo es el antibiótico natural más popular y efectivo, es capaz de combatir las infecciones y los hongos, evitando que se debilite la uña afectada. Gracias al azufre que contiene previene el quiebre de la uña y al mismo tiempo la fortalece.
Tritura un diente de ajo hasta obtener una pasta, aplícala sobre la uña afectada y cúbrela con una venda. Deja que actúe durante toda la noche y repite el proceso durante varios días hasta que la infección haya desaparecido.
Baño con sales
Si sumerges tus pies o manos en una tina con agua tibia y sales se calmarán las zonas afectadas, reduciendo el dolor y la inflamación. En casos extremos cuando la infección esté muy avanzada, esto podría ayudar a ablandar la piel para facilitar la remoción de la uña.
Calienta dos litros de agua hasta una temperatura soportable por los pies y las manos, añade media taza de sales (125 grs.) y sumerge las uñas afectadas por 15 o 20 minutos. Seca la piel y con la ayuda de una lima metálica intenta levantar la punta de la uña enterrada. Toma un algodón remojado en alcohol y ponlo entre la uña y la piel para que queden separadas. Repite el proceso todos los días hasta que puedas cortarla con normalidad.
Jugo de cebolla
El jugo de cebolla tiene propiedades antibióticas y antiinflamatorias que ayudan a reducir la presencia de patógenos en la zona afectada, previniendo que el problema se agrave.
Extrae el zumo de media cebolla y aplícala con un algodón en la uña encarnada. Si prefieres puedes aplicarlo directamente en la zona afectada. Al usarlo a diario podrás evitar infecciones y que se desarrollen hongos.
Limón
Las propiedades antisépticas del jugo de limón aceleran la recuperación de la piel y las uñas infectadas. Además en los casos severos sirve para ablandar la zona para extraer la uña encarnada.
Humedece un algodón con el jugo de medio limón y frótalo sobre la uña un par de minutos o puedes fijarlo en la zona para que actúe durante varias horas. Si escoges la primera opción repite el procedimiento varias veces al día.
Evita el uso de calzado muy ajustado y mantén tus uñas limpias y recortadas para evitar infecciones.