Generalmente a medida que avanza la edad se comienzan a producir molestas manchas en la piel o también producto de la excesiva exposición al sol. Esto puede bajar la autoestima y querer esconder a toda costa las imperfecciones.
Combinando varios ingredientes naturales es posible reducir las manchas en la piel y además es una buena alternativa para las costosas cremas o tratamientos que se pueden encontrar en el mercado. Lo más importante de todo es que no producen efectos secundarios y solo actúan mejorando al zona afectada.
Limón y perejil
El limón contiene vitamina C, la cual regula la producción de melanina, mejorando el color de la piel. El perejil produce una acción astringente y tonificante que ayuda a regular el pH de la piel y facilita su limpieza profunda.
Mezcla el jugo de un limón con dos cucharadas de perejil picado. Aplícalo sobre el rostro y déjalo actuar 30 minutos, luego enjuaga con agua tibia. Recuerda solo hacerlo durante la noche.
Vinagre de manzana
Esta mezcla aporta ácidos alfa hidroxi, ayudando a disminuir las manchas. También regula el pH de la piel, reduciendo el sebo y destapando los poros obstruidos.
Diluye 2 cucharadas de vinagre de manzana en 6 cucharadas de agua. Sumerge un trozo de algodón en el líquido y aplica el producto sobre las zonas afectadas. Hazlo al menos 3 veces al día para lograr el efecto deseado.
Yogur natural y zanahoria
El yogur facilita las eliminación de células muertas que se acumulan en la piel ya que posee propiedades astringentes. La zanahoria mejora el tono, ayuda a la cicatrización y repara el cutis.
Procesa una zanahoria pelada junto con media taza de yogur natural. Aplica la pasta sobre el rostro y deja que actúa al menos 20 minutos. Enjuaga con agua.
Jugo de papa
El almidón de la papa es excelente contra la pigmentación que genera oscuridades en algunas zonas de la piel.
Ralla una papa pequeña y extrae su jugo. Sumerge un algodón en el líquido y aplícalo en la zona afectada. Deja que actúe por 10 o 15 minutos y luego enjuaga con agua tibia.
Zumo de cebolla
El zumo de cebolla posee propiedades antibacterianas y astringentes. Ayuda a remover las células muertas, disminuye las arrugas y líneas de expresión, y además es ideal para combatir el acné.
Licua una cebolla junto a dos cucharadas de vinagre de manzana. Con ayuda de un algodón aplica el líquido en la zona afectada y deja que actúe por 15 minutos.
Cúrcuma y aceite de oliva
La cúrcuma tiene una acción blanqueadora sobre la piel, aportándole además luminosidad y una acción antienvejecimiento que ayuda a eliminar las arrugas finas. El aceite de oliva hidrata naturalmente la piel y ayuda a regenerarla.
Mezcla dos cucharadas de cúrcuma en polvo con dos cucharadas de aceite de oliva y aplícalo en el rostro. Deja que actúe por 40 minutos y enjuaga con abundante agua.