La agricultura urbana nos sorprende día a día con algo innovador que podría revolucionar la forma de cultivar en la ciudad. Tener un espacio limitado es una de las mayores barreras para cultivar alimentos regularmente dentro de urbes.
Sin embargo, una empresa danesa está intentando solucionar este problema con su propuesta de granja urbana “Impact Farm“, que es capaz de albergar huertos urbanos hidropónicos verticales, aprovechando el poco espacio al máximo, ya que tiene un área de producción de solo 163 metros cuadrados.
Esta es una granja diseñada para reunir a las comunidades que quieran producir sus propios alimentos orgánicos dentro de las ciudades. Su diseño permite ser instalada en cualquier lugar, por lo que puede ser utilizado para fines comerciales o para abastecer a una comunidad.
Mikkel Kjaer y Ronnie Markussen son los creadores del proyecto, quienes además dirigen el estudio de diseño Hábitat Humano, y aseguran que la granja puede ser desempacada e instalada en tan solo 10 días. Lo más interesante de todo es que está diseñada para ser autosuficiente en cuanto al consumo de agua, el calor y la generación de electricidad, ya que viene con paneles solares incorporados en el techo.
Los diseñadores afirman que Impact Farm puede producir de 3 a 6 toneladas de alimentos frescos al año, dependiendo de las plantas cultivadas.
“Queríamos volver a conectar a las personas a sus alimentos, dándoles un espacio verde que trae la naturaleza en nuestras ciudades”
– Kjaer
Los creadores del proyecto pretenden generar una oportunidad para aprender sobre el cultivo consciente y sustentable abordando el problema de inaccesibilidad a alimentos frescos. Ambos pretender ir a Estados Unidos, para ofrecer un modelo que le sirva a los pequeños negocios y a las comunidades.
Impact Farm está compuesto de dos pisos, por lo que es capaz de cultivar verduras, hierbas y frutales a través de un cultivo hidropónico. La granja piloto está Copenhague, y la empresa tiene la esperanza de atraer a otras grandes ciudades del mundo, además de lugares en crisis humanitarias.
También crearon un modelo más pequeño, el cual está adaptado para restaurantes o escuelas.