Cada vez son más las personas que sufren de depresión, incluso es una de las principales causas de baja laboral. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), cada año los antidepresivos elevan su administración entre un 10 y un 15%, además de ser el medicamento más vendido en el mundo.
No existe una manera mágica o una solución rápida para poder eliminar la depresión de tu vida, pero sí hay algunos consejos que puedes seguir para comenzar a ver la vida de otra forma, dejando de lado la oscuridad y negatividad que te entrega ese estado psicológico.
La clave es la autoestima
Todos vemos el mundo que nos rodea de acuerdo a nuestra autoestima, si la tuya es baja, entonces te convencerás que los demás consiguen mejores cosas que tu o pensarás que no mereces lo que ellos tienen. O peor aún, creerás que no tienes la capacidad suficiente para conseguirlas.
Al tener una autoestima baja o inexistente, entonces se comienzan a provocar desequilibrios y conflictos internas que van creciendo a lo largo de la vida. Una de las depresiones más peligrosas es la endógena, aquella que está en nuestro interior y se ido gestando, probablemente, desde nuestra infancia.
Si has tenido problemas familiares o un mal vínculo con tus padres, probablemente tu autoestima siempre fue baja. Eso provoca que desde que tienes memoria se va acumulando una tristeza inexplicable, una falta de motivación o un desánimo que provoca tu depresión.
Olvídate de eso y comienza a vivir tu vida como el protagonista que debes ser, mejora tu autoestima y poco a poco la vida comenzará a cambiar a tu favor porque tú ahora estarás pensando a tu favor.
El sufrimiento no es para siempre
El dolor y la pena no durarán para siempre. Enfoca tu día a día de un modo más racional y dejando de lado los pensamientos negativos, así la depresión se irá alejando de ti como una oscura sombra que un día desaparecerá.
Enfócate en el presente
Lo único importante es el presente, el pasado ya fue y no se puede cambiar, el futuro es incierto y tampoco puedes asegurar algo que pasará en un tiempo más. Vive el aquí y ahora con la intensidad y la felicidad que mereces, eso es lo único que vale la pena.
Pide ayuda, pero a la gente adecuada
A veces, la familia no es la más adecuada para ayudarte en este tipo de situaciones. Hay que tener en cuenta que la ayuda profesional es sumamente importante, así como también el acercarse a las personas que realmente te escucharán y sabrán cómo reconfortarte en este momento de tu vida.
A la depresión le encanta la comida poco saludable
Los snacks, las comidas precocinadas, las bollerías y los refrescos son comidas que sacian nuestra ansiedad, nos entregan un placer momentáneo, sin embargo no favorecen nuestro equilibrio químico, de hecho alimentan aún más esos neurotransmisores que intensifican nuestra depresión.
Comienza a comer más frutas y verduras, aguas, infusiones y alimentos que te ayuden a sentirte mejor, por dentro y por fuera.
No te quedes en casa, sal, diviértete y disfruta
A la depresión le encanta la oscuridad, el silencio y el encierro, porque así es como puede inundarte con sus pensamiento negativos y fatalistas. Pero debes ser más fuerte y decidir no escucharla, sal a caminar, a tomar aire, a ver qué pasa con la vida afuera de tu hogar, diviértete con las cosas simples de la vida.
Rodéate de vida, movimiento, luz y alegría.
La decisión es tuya: Dile adiós a la depresión
Ten en cuenta que tú no eres la depresión, al contrario, eres una persona que merece ser feliz y vivir la vida con ilusión y esperanza.
Vencer la depresión es posible, a pesar de que te inmobilice y te haga sentir limitado, tu eres más fuerte y solo debes comenzar a creer en tus increíbles capacidades para dejar de lado esa sombra oscura que no te deja ver la realidad.