Las lentejas son las legumbres más pequeñas, pero no por eso menos nutritivas, son en realidad una verdadera mina de oro de nutrientes indispensables para el buen funcionamiento del organismo.
Tienen un índice glucémico atenuado que ayuda a la saciedad y limita la secreción de insulina por parte del organismo. Contiene proteínas vegetales y son ideales como complemento o como base de los platos vegetarianos, conteniendo casi 4 gr. de fibra por cada 100 gr.
Son ricas en minerales, principalmente hierro, pero además contienen magnesio, fósforo y potasio en cantidades que alcanzan a cubrir las necesidades diarias de un adulto. Representan una buena fuente de vitaminas del complejo B en especial la vitamina B1 y B9 (ácido fólico)
Contiene antioxidantes, específicamente catequinas y prociniadinas, que pertenecen a la familia de los flavonoides y saponinas, que muchos estudios prueban que reducen la tasa de triglicéridos en la sangre. Las lentejas son un alimento que no se debe dejar de lado y hay que tener en cuenta que deben remojarse antes de ser cocinadas, enjuagarlas muy bien antes de hacerlo y agregarles sal solo hasta el final de la cocción para que no se endurezcan.
Para mantener lal línea
Su índice calórico es algo elevado, pero no muy distinto del que contiene el arroz o la carne de pollo. La clave es mantener un control sobre la cantidad que se consume, porque de esa manera nos ayudará a bajar de peso.
Son ricas en zinc, un mineral que ayuda a regular el hambre y suprime la necesidad de “picotear” entre horas. Una taza de lentejas te van a saciar lo suficiente como para llegar sin hambre a la próxima comida. Contiene proteínas, lo que es fundamental para la salud de nuestros músculos en los huesos, pero además estimula el metabolismo contribuyendo a bajar de peso.
Contienen una dosis importante de potasio que estimula la eliminación de líquidos, es decir que tiene un efecto diurético. Tienen un índice glucémico muy atenuado lo que significa que cuando las consumimos nos aportan energía durante mucho tiempo.
Proteínas y hierro
Es rica en proteínas y hierro, nutrientes indispensables para tener energía y mejorar el tono muscular. No contienen todos los aminoácidos esenciales y es por eso que es recomendable combinarla con nueces.
Fuente de fibra
Con tan solo 100 gr. de lentejas cocidas se puede cubrir la mitad de las necesidades diarias de fibra. Esto lo hace un alimento fácil de digerir, brindando saciedad y ayuda al tránsito intestinal.
Salud cardiovascular
El bajo contenido de grasas insaturadas de las lentejas las hace perfectas para prevenir enfermedades cardiovasculares. Un estudio publicado en la American Journal of Clinical Nutrition reveló que las personas que comían lentejas 3 o 4 veces a la semana podían reducir hasta un 22% los riesgos de contraer enfermedades coronarias.
Propiedades anti cancerígenas
Estudios recientes revelaron que una proteína que contienen las lentejas llamadas lectina, podrían ser benéficas ya que son capaces de inhibir el crecimiento de las células cancerosas. Esta proteína se encuentra mayormente en los alimentos de origen vegetal.
Concentración de minerales
Además de ser rica en hierro, es una fuente interesante de magnesio, potasio, fósforo, magnesio, calcio y cobre. Además de su aporte elevado de vitaminas, poseen especialmente vitamina B9, es decir, ácido fólico, muy útil para las mujeres embarazadas que necesitan dosis adicionales de este nutriente. También tienen vitamina B3, muy importante para el metabolismo energético.
Estreñimiento
La fibra de las lentejas favorecen el tránsito intestinal sin necesidad de recurrir a medicamentos.
Las lentejas no solo se pueden consumir como sopas, también se pueden agregar a las ensaladas o convertirlas en cremas y lo mejor de todo es que además de ser ricas y saludables, son económicas.
