En esta nota hablaremos de una fruta que es original de México, nos referimos a la papaya que es cultivada en muchos países del mundo. Es muy consumida gracias a todas las propiedades que tiene para el organismo humano, además de su delicioso sabor tropical. También, es una fruta aprovechable por completo, ya que incluso sus semillas se pueden comer y no sólo eso, sino que cuentan con excelentes aspectos positivos, de la misma forma que el fruto.
Los aspectos positivos de consumir la semilla de papaya son tremendos y no faltan los incrédulos que no logran dimensionar que una pequeña semilla tenga tantas cualidades. Más aún, ya hay extractos de esta semilla liofilizados.
Las personas que no saben de sus inmensos beneficios, botan las semillas sin sospechar que están perdiendo un excelente aporte natural a su salud. Esa es la razón por la que hemos querido hacer una pequeña lista con los beneficios de consumir semilla de papaya. Ya no las botes más.
1. Mejoran tu digestión
Las semillas de la papaya tienen un alto contenido de enzimas digestivas, que ayudan a facilitar la digestión de los alimentos. Además, cuentan con grandes propiedades antiinflamatorias y antibacterianas que ayudan a mantener bajo control la proliferación de bacterias. También ayudan a controlar el nivel de acidez estomacal. Solo debes consumir siete semillas de papaya, siete veces al día. Puedes masticarlas o tomarlas trituradas con agua.
2. Antiparasitario natural
Además de ser excelentes para la digestión, las semillas de papaya cuentan con enzimas antiparasitarias. También destaca su aporte de un alcaloide que recibe el nombre de carpaina, capaz de eliminar parásitos intestinales de forma muy eficiente.
Procedimiento
Te recomendamos que cuando retires las semillas del fruto, las pongas a secar al sol. Luego muélelas hasta obtener un fino polvo, suficiente para que lo puedas almacenar. Lo ideal es consumirla de dos a tres veces por día. Además, puedes tomarla con agua, jugo o miel. En el caso de los niños, se debe tener precaución. Algunos naturistas recomiendan 1 semilla por cada 5 años.
3. Protección renal
Las pequeñas semillas negras intervienen en la prevención de los problemas de insuficiencia renal. Además pueden ser usadas como complemento cuando ya se padece una enfermedad renal. Sólo se deben consumir siete semillas distribuidas en siete tomas al día. Puede tomarse con agua o jugo, si el sabor no resulta agradable
4. Depuración y cuidado del hígado
El hígado es un órgano en el que se lleva a cabo el proceso de filtración de toxinas del cuerpo. Todas las sustancias que son tóxicas para el organismo van pasando por el hígado para prevenir diversas enfermedades.
Al consumir semillas de papaya, sola o acompañada del fruto, se está ayudando al hígado a eliminar todas esas toxinas acumuladas que, de no ser excretadas, pueden causar graves daños a la salud.
Se deben moler cinco semillas de la papaya y consumirlas con un poco de jugo o con una cucharada de limón, dos veces al día, durante un mes completo.
Este tratamiento además tendrá incontables beneficios para la piel, que sufre cuando el hígado está intoxicado.
5. Acción quemagrasas
Otro de los beneficios de consumir semillas de papaya es que podrás bajar de peso. Estas cuentan con la propiedad de impedir que el cuerpo absorba grasas y también azúcares en exceso. Así, facilitan la eliminación e intervienen activamente en la pérdida de peso.
6. Los riesgos de padecer cáncer disminuyen
La semilla de las papayas produce una especie de jugo o savia que contiene un componente llamado acetogenina. Según estudios, son de gran ayuda para prevenir el crecimiento de las células cancerígenas en el cuerpo.
Esta una de las razones por la que las semillas de papaya son muy utilizadas como remedio natural en muchas partes del mundo, al igual que la fruta.
7. Controla el acné
Gracias a sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias dirás adiós al acné. Para solucionar este problema, debemos hacer una especie de cataplasma natural. Para eso, se debe combinar algunas hojas de papaya con las semillas y macerar con un poco de agua en un mortero. La pasta obtenida, se debe poner sobre la zona afectada durante unos diez minutos. Posteriormente, se debe lavar la zona con abundante agua fresca para retirar el cataplasma.
