El aloe vera o sábila tiene una pulpa o gel en el interior de sus hojas que es muy útil para diferentes casos, pero es común que sepamos cómo guardarla para conservar todas sus propiedades.
Lo ideal es congelarlo, ya que solo así se mantienen sus propiedades esenciales durante mucho tiempo y además esto facilita su uso en cualquier momento.
Qué necesitas
- Una penca (hoja) grande aloe vera
- Una cubetera de plástico
- Un cuchillo afilado
- Una cuchara
Método de extracción del gel
- El momento adecuado para “recolectar” las pencas es en la primera floración.
- Con la ayuda de un cuchillo afilado retira la piel exterior, con cuidado de no hacerte daño con las púas.
- Con una cuchara retira la pulpa translúcida y colócala en cada espacio de la cubetera.
- Lleva la cubetera al congelador, en donde se conservará de la forma más perfecta y práctica posible.
- Para aumentar aún más las propiedades del gel de aloe vera, añade jugo de medio limón a la cubetera con el gel, deja caer unas gotitas en cada uno de los espacios.
- También puedes añadir vitamina E, la cual puedes encontrar en las farmacias en forma de cápsula. Esta vitamina es muy útil para fortalecer el cabello, las uñas y para cicatrizar y cuidar la piel.
Usos del gel de aloe vera
- Alivia quemaduras pequeñas
- Desinflama los pies o las várices
- Cura las ampollas o rozaduras a causa de los zapatos
- Trata el acné
- Útil para mascarillas caseras rejuvenecedoras
- Reduce la inflamación de las ojeras
- Cura el estreñimiento. Calienta un vaso con agua y añade un cubo de gel, endulza con miel y añade unas gotas de limón.
Usa estos cubos de gel de aloe vera constantemente y aprovecharás todos sus increíbles beneficios.