8 Hábitos Para Evitar Un Ataque Al Corazón Y Un Derrame Cerebral

El 54% del total de muertes del año 2015 se debieron a dos principales causas: ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Esto significa que, de 54 millones de muertes, 15 millones fueron causadas por estas enfermedades, las mismas que han sido las principales causas de muerte en los últimos 15 años.

La cardiopatía isquémica es una afección en que las arterias se estrechan u obstruyen, causando que haya menos oxígeno en la sangre para ser entregado al corazón. Este padecimiento, también conocido como enfermedad arterial coronaria, produce isquemia (restricción del flujo sanguíneo) que puede conducir a un ataque al corazón.

Los accidentes cerebrovasculares ocurren cuando el oxígeno en la sangre se corta en una o varias partes del cerebro, privando a las neuronas de oxígeno y ocasionando su muerte. El resultado es la pérdida de las funciones controladas por estas áreas afectadas. Cada año, más de 6 millones de personas mueren por accidente cardiovascular, y otros 5 millones quedarán permanente o parcialmente discapacitados.

Cualquiera de estas dos afecciones puede ser ocasionada por predisposiciones genéticas y/o opciones de vida, y mientras la primera es una variable incontrolable, la última no lo es. Por ello es importante tener hábitos saludables para reducir los riesgos de ataque cardíaco y accidentes cerebrovasculares.

A continuación te entregaremos ocho consejos, que son cambios de hábito que reducirán riesgos de sufrir cualquiera de estas graves afecciones.

 

Haz 30 minutos de ejercicio todos los días

Media hora de ejercicio moderado cinco días a la semana reduce los riesgos de un ataque al corazón. Entre las opciones saludables está dar un paseo enérgico, correr moderadamente, nadar o hacer calistenia. En los dos días restantes, debes hacer una sesión ligera de entrenamiento de fuerza.

Estos 30 minutos pueden hacerse de una vez o dividirse entre 10 a 15 minutos por cada sesión, para mantener un ritmo cardíaco constante.

 

No fume

Fumar aumenta entre un 200% y un 400% el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular, dependiendo de la frecuencia con que se haga y de la genética. Incluso los fumadores pasivos no están a salvo de las consecuencias.

Quienes están expuestas al humo del cigarro en el hogar o el trabajo, poseen una probabilidad entre el 25% y el 30% mayor de desarrollar enfermedades cardíacas, y entre 20 a 30% mayor de tener un accidente cerebrovascular.

En algunos países se han dado cuenta de los peligros que sufren los fumadores pasivos, prohibiendo fumar en áreas públicas cerradas.

 

Come de forma saludable

Una dieta equilibrada consiste de frutas, verduras, granos enteros, pescado y carnes magras, y una muy limitada cantidad de alimentos cargados con conservantes. Aquellos alimentos procesados y preparados usualmente poseen muchos conservantes, siendo altos en azúcar y sodio.

 

Bebe alcohol moderadamente

El alcohol en cantidades moderadas puede ayudar a tu corazón: la indicación es una bebida al día para las mujeres y dos para los hombres. Pero en exceso, puede generar una serie de problemas de salud, aumentando el riesgo de desarrollar hipertensión, derrames cerebrales y enfermedades al corazón.

Reduzca su peso

Controla tu peso corporal y el porcentaje de grasa de su cuerpo. No es necesario convertirte en un corredor de maratones, sino sólo perder entre el 5 y el 10% de tu peso corporal para mejorar los niveles de colesterol, presión arterial y azúcar en la sangre.

 

Tome su medicación prescrita para el corazón

Si un médico le ha prescrito medicamentos para tratar una afección cardíaca, sea responsable y tómelos. Si tiene problemas para tomarlos por alguna razón (costo, olvido, efectos secundarios), comuníquelo al especialista y siga sus consejos.

 

Coma chocolate negro en pequeñas cantidades

El chocolate negro está lleno de antioxidantes y otras propiedades que nutren su corazón. La clave está en comprar productos de chocolate que consten de al menos 70% de cacao, y consumirlos en porciones diarias de hasta tres trozos.

 

Pon atención a tus síntomas

Existen tres síntomas peligrosos para tener en cuenta: dolor en el pecho, entumecimiento/hormigueo (generalmente en un lado del cuerpo) y dificultad para respirar. No esperes a que estos síntomas desaparezcan (porque pueden no hacerlo nunca), y solicite un chequeo inmediato con su médico.

Además, es importante hacerse un chequeo general físico una vez al año.

 

¡Pequeños cambios en tu vida pueden hacer una gran diferencia!