La formación de coágulos en nuestros vasos sanguíneos pone nuestra salud en riesgo, pues estas masas de sangre que pasan de líquido a semisólido pueden bloquear total o parcialmente una arteria o vena. A este bloqueo se le conoce como trombosis. Y como los coágulos pueden viajar a cualquier lugar, se vuelven bastante peligrosos.
Por ejemplo, si llegan al corazón, al cerebro o los pulmones, podrían causar un accidente cardiovascular o embolia. Existen dos clases de coágulos de sangre:
- Arteriales
Son aquellos que se forman en las arterias y no dejan que el oxígeno llegue a los órganos principales. Pueden causar varias complicaciones, como ataques cardíacos, accidentes celebrovasculares, intensos dolores y parálisis nerviosas.
- Venosos
Son los coágulos formados lentamente en las venas, y por lo tanto sus síntomas se notan de manera gradual. Comúnmente aparecen en brazos, pelvis y piernas. Además, aunque generalmente permanecen inmóviles, existe el riesgo de que puedan moverse y generar un riesgo para tu salud.
Factores de riesgo
- Pasar largos períodos en reposo o en cama (permanecer en una misma posición por mucho tiempo)
- Consumir ciertos anticonceptivos
- Sedentarismo
- Obesidad
- Tabaquismo
- La edad
- Antecedentes familiares de trastornos de esta clase
Algunas señales de alerta
Dificultad para respirar y tos inexplicable:
Los coágulos pulmonares hacen que el flujo del oxígeno sea más lento, lo que genera que tu ritmo cardíaco aumente. Estas palpitaciones aceleradas y la dificultad de respirar suelen interpretarse como un signo de alerta frente a una embolia pulmonar.
Cambios de tu estado anímico:
Irritabilidad y confusión, especialmente si están acompañadas de alucinaciones o convulsiones, indican que algo no va bien. Incluso, podrían significar una trombosis arterial en tu cerebro. Es decir, un coágulo de sangre está obstruyendo el flujo regular del oxígeno y glucosa en el torrente sanguíneo, lo que genera que tu cerebro no funcione de manera correcta.
Fatiga:
Cuando posees un coágulo, tu cuerpo activará sus defensas y esto puede llevar al agotamiento. Recuerda que las causas de la fatiga siempre son difíciles de diagnosticar, por lo que es importante estar atentos a los síntomas que le acompañan.
Hinchazón de tus extremidades
Entre algunos de sus síntomas, las trombosis venosas profundas generan la hinchazón de las extremidades, especialmente las inferiores. Por ello, debes estar alerta por si la hinchazón se genera rápidamente y en especial si te causa dolor.
Podría, por ejemplo, ser una inflamación por retención de líquidos. Así que siempre consulta con un médico.
Dolores en tu brazo o pierna
Cuando los dolores son localizados y punzantes, y se presentan al caminar o al flexionar las extremidades. Ocasionalmente podrían acompañarse de sensación de adormecimiento.
Venas distendidas
Aunque no suelen generar complicaciones mayores, las venas distendidas pueden sufrir rupturas internas, enrojecimiento o moretones cuando un coágulo ejerce presión en ellas. Las varices, por ejemplo, aparecen producto de las trombosis venosas en las piernas.
Rayas rojas en tu piel
Si descubres rayas o líneas de color rojizo en tu piel a lo largo de las venas, probablemente se trate de coágulos sanguíneos (especialmente si las líneas están calientes al tacto). Descarta una trombosis arterial acudiendo a ver a tu médico.
Fiebre
Si tienes un coágulo de sangre dentro de tu torrente sanguíneo, podría causarte fiebre. Este síntoma se suele acompañar de sudoración, migrañas, deshidratación, temblores, inapetencia y debilidad corporal.
Tratamiento
Hay fármacos anticoagulantes que reducen la coagulación sanguínea para evitar la formación y/o agrandamiento de los coágulos, evitando sus complicaciones. Estos son los fármacos más usado para el tratamiento de la embolia pulmonar y la trombosis venosa profunda.
Anticoagulantes como la warfarina, apixaban, dabigatran, rivaroxaban y exodoban se toman de forma oral. Otros, como la heparina, son inyectables. Todos los anticoagulantes tienen el riesgo de causar hemorragias, por lo que deben ser consumidos con vigilancia médica.
Recomendaciones de prevención
- Si tomas anticonceptivos orales, ten cuidado pues las hormonas aumentan la coagulación sanguínea
- Come alimentos ricos en vitaminas B3, C y E (como el ajo), y minerales (zinc, manganeso, magnesio). Puedes consumir suplementos minerales.
- Deja de fumar, pues el cigarrillo aumenta la formación de coágulos
- Mantén un peso adecuado
Las principales causas de accidentes cardiovasculares e infartos son la obesidad y el sedentarismo. Por ello, siempre procura tener una buena rutina de ejercicios.
