“Cáncer. Hoy me despido“. Son las palabras con la que esta científica comienza su carta luego de dedicarse a investigar la enfermedad en el Hospital Universitario de Salamanca y el Centro de Investigación contra el Cáncer donde muestra la precariedad y la desesperación que le produce ver a tantos padecer esta dura enfermedad ya que no se invierte en la investigación para encontrar mejorías.
Las palabras de la científica identificada como María han sido compartidas por más de 127.000 personas quienes le han demostrado su apoyo y reconocen su importante labor. Su carta es la siguiente:
“Cáncer. Hoy me despido
He trabajado para el cáncer durante unos meses, viendo volantes de pacientes constantemente entrando por la puerta del laboratorio de hematología, fijándome en su edad y en su género. Imaginándome lo importante que es para esas personas el resultado que yo les puedo dar en ese momento de sus vidas. Algunos, después de largos meses de tratamiento, no tenían solución; otros buen pronóstico y otros ni les permitió la vida saber el resultado. Expectante porque ningún día han dejado de venir casos. EPIDEMIA. PANDEMIA.
He trabajado todas las mañanas entre el hospital universitario de Salamanca y el centro de investigación contra el Cáncer. Cuando bajaba dos plantas para ir a las cámaras de nitrógeno para congelar las muestras pasaba por la sala de espera de oncología y el cuarto donde se administra la quimioterapia. JAMÁS he visto una sala de espera tan llena CADA día. Una sala de espera en la que todas son caras de preocupación y tristeza. Vas andando por el pasillo hacia tu destino y si paras a fijarte en las miradas de pacientes y familiares te invade la impotencia.
En el laboratorio hay varias líneas de investigación, algunas con células madre, ya sea para revertir el efecto negativo de los fármacos de la quimio o combatir la enfermedad de injerto frente al huésped (la que acabó con el tan famoso Pablo Ráez). Algunas más avanzadas, pero con un progreso lento debido a los medios, u otras con un futuro incierto. Diariamente hay médicos, farmacéuticos, biólogos, químicos y técnicos trabajando, que hacen horas extra con paciencia y tenacidad, para con las medidas que se tienen poder ver alguna vía de escape ante esta pesadilla del siglo XXI, que se ha llevado a tantos seres queridos. Algunos sin cobrar, otros sobreviviendo de becas o bien con un sueldo precario. TODA una vida formándose para intentar lograr algún avance que nos beneficie a TODA la humanidad.
Porque un médico en consulta, ante una enfermedad sin cura y sin un científico detrás, poco puede hacer, al igual que una enfermedad aguda sin diagnóstico y tratamiento. Somos una cadena, si un eslabón falla la cadena, no cumple su función.
Deberíamos ser conscientes que EL FUTURO DE TODOS ESTÁ EN LA CIENCIA, EN LOS CIENTÍFICOS.
El impacto de un avance en ciencia ES MUNDIAL y para todos. El futuro para ti, para mí y para todos los que queremos. Y sin esa ciencia jamás podremos encontrar solución ante esta terrible enfermedad. Al igual que para muchas otras.
España es el país europeo que más ha recortado en I+D (investigación y desarrollo) durante la crisis. EE.UU., país puntero en investigación, actualmente presidido por Donal Trump, pretende retirar las ayudas a la ciencia porque, en su opinión, no es una prioridad.
¿QUERÉIS LA SOLUCIÓN CONTRA EL CÁNCER?
Dejad de torturaros viendo vídeos de niños enfermos, pegar cosas absurdas en vuestro muro, ponerle el nombre de alguien a una calle o colocaros lacitos en el perfil.
CONCIENCIAROS: apoyad a la comunidad científica. El trabajo de unos cuantos pueden salvar la vida de todos”
Luego de esta carta hace falta que los gobiernos tomen conciencia sobre esta realidad e inviertan en investigación ya que sólo en España al año se registran 250.000 tumores nuevos generando una de las primeras causas de muerte en el mundo.