A pesar de lo esencial que es el agua para la vida, alrededor de 844 millones de personas en el mundo carece de un acceso seguro a ella, según el informe del Foro Económico Mundial.
La crisis del agua potable está cada vez más cerca, sin embargo con las nuevas tecnología y un poco de ingenio es posible convertir agua salda en agua apta para el consumo humano.
La planta de desalinización de energía solar construida en 2018 en Kenia por la organización sin fines de lucro, Give Power, ha podido proporcionar 75.000 litros de agua potable cada día, abasteciendo a alrededor de 25.000 personas.
Su fundador y presidente, Hayes Barnard, tiene experiencia en el campo solar y así es como lo aplica en la crisis del agua potable.
Durante dos años estuvo en San Francisco construyendo la máquina y hoy espera que esta tecnología pueda llegar a más de dos mil millones de personas que viven en áreas sin acceso al agua.
De acuerdo a su sitio web, ya son más de 2.650 los sistemas con energía solar que ha implementado en escuelas, clínicas y aldeas en 17 países en vías de desarrollo.
La desalinización del agua con energía solar sería, por el momento, la gran alternativa para las regiones que no gozan de agua potable.