Muchas personas piensan que llorar es de gente débil o muy sentimental, pero en realidad sacar todo lo que nos aqueja o no das felicidad, porque no siempre las lágrimas son de pena, nos ayuda enormemente para la salud. Las emociones deben ser liberadas y desahogadas, no reprimidas.
Disimular las emociones no nos va a ayudar a que nos afecten menos, sino que todo lo contrario, puede que todo comience a empeorar poco a poco y puedas caer en una depresión sin saberlo.
1 . Son un calmante
Al llorar el cuerpo se relaja y se destensa. A medida que las lágrimas caen, el nivel de ansiedad desciende y todo se torna mucho mejor, con mayor lucidez.
Si se reprimen las lágrimas, la angustia aumenta y con ello, el estrés y el sufrimiento. Por lo tanto, nunca logras descansar y el sufrimiento se prolonga afectando perjudicialmente a tu salud.
2. Reducen el estrés
Cuando tenemos niveles elevados de estrés, el cortisol se acumula en nuestro cuerpo, lo que conlleva a un aumento de la presión sanguínea, dolores musculo-esqueléticos, de cabeza o problemas cardíacos.
Llorar es como liberar una gran cantidad de estrés, algo totalmente natural y necesario. Cuando colapses, no dudes en desahogarte.
3. Elimina las bacterias
Las lágrimas contienen lisozima, un fluido que elimina bacterias de nuestro organismo y protege el sistema inmunitario.
4. Lás lágrimas como acto catártico
Esconder la rabia, el dolor, la tristeza o la amargura es muy dañino para el organismo. Debilita nuestra salud al querer aparentar que nada ocurre cuando en realidad estamos muy mal.
Las lágrimas ajenas activan la empatía y nos hacen reaccionar para estrechar el vínculo con los que sufren.
No reprimas el llanto, libérate y desahógate, luego te sentirás mucho mejor.