Existen personas a favor y otras en contra en relación a la ingesta de huevos. Algunos indican que este alimento tiene muchas propiedades positivas para el organismo y otros, afirman que no es beneficioso para nuestra salud. Por eso, nos hacemos la pregunta: ¿Es bueno o malo comer huevo? Conoce la respuesta en este artículo.
Características nutricionales de los huevos
El huevo es un alimento repleto de nutrientes y bastante asequible que está presente en una gran cantidad de recetas. Sin embargo, muchas personas dicen que no es bueno para la salud, ya que eleva los niveles de colesterol y las grasas en el organismo, que pueden ocasionar enfermedades cardiovasculares.
El huevo no sólo aporta proteínas, sino también grasas (tanto monoinsaturadas como poliinsaturadas), vitaminas y colesterol. Es bueno tener en cuenta que conviene mantener equilibrados los niveles de colesterol. No es malo, sino todo lo contrario.
Es fácil realizar un análisis sobre los efectos a corto plazo que tiene comer huevos frecuentemente. Existen estudios que demuestran que todos son positivos, pero también hay otros que afirman que lo contrario. Aún no existen pruebas tangibles que confirmen la teoría de que comer huevos sea malo para la salud.
También intervienen otros factores y no hay que “echarle la culpa” sólo a los huevos. Otros agentes que pueden alterar la salud son el estrés, el tabaco, el sedentarismo, el alcohol, las grasas o los refinados. Y además tiene mucho que ver la manera en que consumimos el huevo. No es lo mismo comer todos los días un huevo frito que uno duro o semi crudo. Los médicos indican que la ingesta semanal de huevos no debería exceder los cuatro o cinco, según la edad del paciente y sus antecedentes o hábitos.
Mitos y verdades sobre el huevo
Comer huevos aumenta los niveles de colesterol en sangre: falso
Los huevos por sí solos no tienen la capacidad de aumentar el colesterol, algo que sí ocurre con las grasas de origen animal, como la de la carne o los embutidos.
Se debe evitar consumir huevos crudos: verdadero
El riesgo de padecer una intoxicación por bacterias (salmonella) se reduce y hasta se elimina completamente al cocinar el huevo. Para ello, la cocción debe ser de más de 60° C.
Es necesario lavarlos antes de guardarlos en la nevera: falso
La cáscara del huevo es una película protectora de lo que contiene en el interior. Por lo tanto, al lavarlos, facilitamos la presencia y proliferación de microorganismos en la textura rugosa. No obstante, se recomienda limpiarlos en el momento de cocinarlos, solamente con agua.
Los huevos de color son mejores que los blancos: falso
No tiene nada que ver el tono de la cáscara con las propiedades nutricionales que aporten. El color varía según la raza de la gallina, por ello hay blancos y marrones. Podemos consumir cualquiera de los dos sin diferencias.
Los niños y las embarazadas no tienen que comer huevo: falso
Todo lo contrario, porque el huevo tiene un gran aporte de vitaminas y proteínas que hacen muy bien para el crecimiento del feto y del niño de corta edad, especialmente en lo que se refiere al sistema nervioso y a la eliminación de las alergias alimentarias, que se manifiestan durante los primeros años de vida. La única precaución que debemos tener en cuenta es que los bebés recién nacidos no lo pueden consumir hasta los 8 meses.
Los mayores no deben comer huevo: falso
Es otro de los grupos donde se recomienda consumir tres huevos semanales para poder aumentar o evitar la pérdida de masa muscular. A su vez, este alimento contiene una gran cantidad de antioxidantes, los cuales ayudan a retrasar la aparición de enfermedades degenerativas como el alzhéimer o la arteriosclerosis.
El huevo tiene muchas calorías: falso
Un huevo aporta sólo 80 calorías y 6 gramos de proteínas si se consume cocido (no frito). Además, tiene nutrientes esenciales como el zinc y el hierro. Sus aminoácidos esenciales son de excelente calidad.
Las gallinas son manipuladas para que produzcan más huevos: verdadero
Es preciso hacer una salvedad porque esto no ocurre en el 100% de los casos. En las industrias que se dedican a la venta masiva de huevos se llevan a cabo ciertas prácticas que no son del todo saludables. Una de ellas, por ejemplo, es la manipulación de la luz para que la gallina acelere su ovulación. De esta manera, pueden producir más huevos.
Para evitar esto, compra huevos en granjas pequeñas o en empresas familiares, donde puedes estar más seguro de que la producción no daña ni a la gallina, ni la calidad del huevo.
Yema vs. clara: qué es mejor
Muchas personas se preguntan si es mejor consumir sólo la yema o únicamente la clara. O ambas. Bueno, si nos basamos en lo alimentario o nutricional, la respuesta es la yema. Allí se encuentran la mayor parte de nutrientes. Recuerda que la yema es el óvulo del huevo, donde se forma el pollo si es fecundado y empollado, por lo cual, necesita tener muchas vitaminas y proteínas.
Pero entonces, ¿qué ocurre con la clara del huevo? No hemos dicho que sólo la yema es buena, sino que ofrece más nutrientes. Por lo cual, puedes consumirla para adquirir muchos aminoácidos, que te ayudarán, por ejemplo, a desarrollar músculos si es que ese es tu objetivo y te entrenas. No tienen mucha grasa, por lo que se aconsejan en personas que desean bajar de peso, y como tampoco aportan colesterol, no hay problema en comer la clara de huevo si es que tus triglicéridos están por las nubes.