Tener acceso a cultivar tus propios vegetales es un provilegio al que actualmente no todos podemos acceder, ya sea porque no tenemos espacio suficiente en nuestros hogares o porque no nos damos el tiempo para dedicarnos a una huerta.
Sin embargo hay quienes optan por plantar, ver crecer y consumir sus propias frutas y verduras, independiente del espacio o del esfuerzo que esto requiera. Lo mejor de todo es que un invernadero en casa también se puede hacer con productos reciclados, por lo que ayudas a provocar menos basura y además a generar tus alimentos libres de químicos.
Los invernaderos caseros tienen la ventaja de proporcionarle a las plantas una protección contra el frío, por lo que es posible sembrar las semillas mucho tiempo antes que el indicado comúnmente, además se aprovecha el máximo sol del verano teniendo un crecimiento aún más rápido y la cosecha se adelanta.
Uno de los problemas es la aireación y la polinización, pero lo importante es crear aberturas que permitan que entre y salga el aire, además de los insectos que son los agentes de la polinización. Si es necesario también se pueden instalar ventiladores.
Sin duda toda la inversión que haremos para construir y sembrar las semillas se recompensará prontamente con los vegetales que podremos obtener del invernadero casero.
Esta es la mejor opción ecológico para reutilizar, reciclar y producir nuestros propios alimentos.