Durante las crisis es cuando aparecen los verdaderos héroes o heroínas, que no son más que personas con buen corazón y totalmente abiertos a compartir lo que tienen con el resto.
En Pimpingos región de Cajamarca (Perú), una abuelita agricultora regaló parte de su producción a un comedor comunitario de la zona para alimentar a los más necesitados durante la pandemia.
“Disculpen que no traiga más, pero vengo caminando”.
Agricultora
La señora incluso se disculpó por no llevar más alimentos, ya que llegó al lugar caminando. En el lugar, las colaboradoras del comedor, recibieron sus dos costales de verduras y hortalizas.
“Este caso, me hace recordar a mis abuelitas. Se me hizo un nudo en la garganta y no pude evitar derramar una lágrima, y recordé que da más el que no tiene, que aquel que tiene y no da nada”.
Trabajador de la Municipalidad Distrital de Pimpingos
Un grupo de personas de la comunidad decidió devolverle el noble gesto a la anciana, recogiendo comido para entregarle y un poco de dinero que obsequió alguien desde Lima que prefirió quedar en el anonimato.
“Esta es la historia de doña Albertina, ejemplo de lucha, esfuerzo y sacrificio. Que Dios lo bendiga y proteja por siempre. Porque estas acciones parten el alma y dejan sin palabras”.
Trabajador de la Municipalidad Distrital de Pimpingos
No siempre los que tienen más son los que piensan en el resto, aquellos que comprenden las situaciones o pasaron por ellas son los que más solidarizan.
