Las enfermedades autoinmunes son causadas por el sistema inmunitario debido a que este mismo ataca a las células del organismo, actuando como agresor y destructor de órganos o tejidos. Actualmente existen más de 80 enfermedades autoinmunes, entre ellas están la enfermedad celíaca, la artritis reumatoide o la escleorosis múltiple.
Cuando se desarrolla una enfermedad de este tipo, la alimentación cumple un papel fundamental, ya que nos permite sobrellevar el organismo y además, en algunos casos, encontrar una cura. En este sentido existen algunos alimentos que están completamente prohibidos y otros altamente recomendados.
El “protocolo autoinmune” es un conjunto de pautas relacionadas con la alimentación que se desarrolló como un medio para combatir los efectos de estas enfermedades, sin embargo también puede ser seguido por personas que no las sufran.
Alimentos prohibidos
En esta dieta se eliminan los cereales, legumbres, productos lácteos, azúcares añadidos y también, durante un período inicial, los alimentos que resultan inflamatorios para el aparato digestivo y potencialmente irritantes como huevo, frutos secos, endulzantes artificiales, bebidas alcohólicas, especias, café o cacao.
A medida que se avanza con el protocolo, se irá saneando la barrera intestinal y el síndrome de permeabilidad intestinal, uno de los motivos por el cual el organismo podría atacar por confusión a sus propias células.
También se dejan de lado los snacks y procesados industriales, los cuales de todas formas se deberían eliminar de cualquier tipo de dieta. Tampoco son recomendados los productos cárnicos (embutidos, carne picada o fiambres), ni abusar del pescado (salmón o atún) debido al elevado contenido de metales pesados.
Casi todos los pacientes que siguen el protocolo nota una gran mejora en los síntomas, siempre considerando el tipo de afección crónica que padezcan. Como se trata de enfermedades sin cura, esta pauta debería considerarse más que una dieta por un tiempo específico, un estilo de vida.
Alimentos saludables
El grupo más recomendado de alimentos para este tipo de enfermedad es aquel que aporta una gran cantidad de energía, como la papa, yuca, papas dulces o boniatos y la tapioca, los cuales son ricos en carbohidratos sin gluten. Se pueden consumir al desayuno o incluir en sopas, cremas de verduras, ensaladas o en forma de chips.
Los alimentos ricos en grasas saludables también son altamente recomendables, la palta, el pescado azul, las semillas y los aceites vegetales, ya que de ellos se pueden obtener nutrientes como el Omega 3 y el Omega 6, los cuales actúan como antiinflamatorios potentes. Además los lípidos presentes en estos productos son esenciales para la salud, eso sí, hay que tener cuidado de consumirlos crudos, no calientes, de lo contrario solo le entregaríamos fritura al organismo.