La acción fue realizada por jóvenes de un colectivo cristiano llamado Punto Joven de Danlí en Honduras con el objetivo de que el anciano vendedor pudiese irse a su casa a tomar los resguardos ante el virus que nos aqueja. Los jóvenes le dieron más dinero del que pedía y una caja con alimentos.
Todos sabemos la importancia de quedarse en casa este tiempo, pero hay algunos que no pueden hacerlo porque deben subsistir de algún modo y en medio de esta pandemia los más desprotegidos son aquellos que no tienen un trabajo formal debido a que muchos viven el día a día.
Los feriantes, por ejemplo, van ganando según lo que vendan al día en el mercado, pero hoy cuando la gente no está acudiendo en gran número a estos lugares, ellos han visto mermadas sus ventas y buscan desesperadamente vender su mercancía debido a que esta es perecible.
Debido a esta situación, los jóvenes pertenecientes a un grupo religioso de Danlí en Honduras, decidieron hacer algo por una persona de edad avanzada que vendía verduras.
Los jóvenes del colectivo Punto Joven quisieron conocer la historia del anciano vendedor y supieron que la venta de verduras es su única forma de sustento y que él, aunque se haya declarado cuarentena, debe salir a venderla ya que si no vende no come.
Los jóvenes compraron todos sus productos al anciano para que pudiese irse a su casa y así mantener la cuarentena a salvo de un posible contagio. Estos chicos le dieron 100 lempiras, es decir, unos 40 dólares al hombre.
El anciano preguntó varias veces si de verdad querían comprarle todo y tras recibir una respuesta positiva, no pudo contener las lágrimas. Al final de este gesto, los jóvenes rezaron con el anciano y le regalaron una caja de alimentos para que pudiese vivir la cuarentena como corresponde.
Los jóvenes no terminaron con las buenas acciones allí, ya que luego de comprar las verduras, pasearon por las calles de Danlí regalando los frescos productos a los vecinos.
Líderes tan solidarios como estos muchachos es lo que necesita el mundo.