Los arándanos son una fruta deliciosa con excelentes beneficios para tu salud. Contribuye a la pérdida de peso y ayuda a conservar una piel sana, por lo mismo esta baya es utilizada en muchas dietas y recetas de productos naturales.
Beneficios de los arándanos
Baja en calorías y gran cantidad de nutrientes: Al consumir una taza de arándanos recibes 3,6 gramos de fibra dietética, el 24% de la dosis diaria recomendada de vitamina C y 36% de vitamina K.
Ricos en antioxidantes: Contribuye a la prevención del daño celular y los signos del envejecimiento. Consumir diariamente jugo de este fruto reduce hasta un 20% de los efectos del daño del ADN, según un estudio.
Reduce la presión arterial, mejora la función cerebral y la memoria, además de prevenir el daño por el colesterol en la sangre.
Cómo cultivar tus arándanos en casa
Lo recomendable para cultivar este fruto es hacerlo mediante una planta pequeña, ya que algunas variedades de arándanos pueden tardar hasta 3 años en producir la fruta.
El sitio perfecto: Los arándanos necesitan una buena cantidad de luz solar y un buen suelo. Si cuentas con un jardín en casa, puedes crear camas para que el agua corra por todo el suelo y así brindarle la humedad necesaria al arbusto. Si vives en un departamento, puedes plantarlas en un contenedor de patio o comprar una planta enana de arándanos, la cual solo crecerá 70 centímetros en lugar de 2 metros y medio.
El espacio adecuado: El arbusto necesita hasta 2 metros de espacio, por lo que no es recomendable plantarlo en una esquina. Si plantas varios juntos, debes darle una separación de 70 o 90 centímetros entre cada uno. El arándano enano necesita alrededor de 60 cm. de alto y 60 cm. de ancho para desarrollarse.
Siembra: La primavera es el lugar perfecto para sembrar los arándanos. Si compras un arbusto bebé, entonces debes plantarlo inmediatamente luego de adquirirlo. Para ello debes mover las raíces con las manos y colocarlas en el suelo ya preparado, agregar más tierra para que el arbusto pueda estar firme sin ayuda. Luego cubre la capa superior del suelo y riega, debes mantenerlo siempre hidratado.
Cubierta con mantillo: Para los arbustos de arándanos es ideal cubrirlos con aserrín, pero también puedes usar corteza de pino, el pajote de la corteza y el recorte de la hierba cumplen la misma función. Aplica alrededor de 5 o 10 centímetros al suelo.
Poda constante: Asegúrate de cortar constantemente algunas ramas a medida que comience a crecer, esto contribuirá al crecimiento de más bayas. También debes quitar las ramas muertas y las que están en la parte inferior del arbusto.
Fertilización: Los fertilizantes orgánicos son los más adecuados para los arbustos frutales, no dañan al no ser tóxicos y cuidan el cultivo.
Cosecha: Normalmente el arbusto tarda tres años en madurar, pero al adquirir un arbusto bebé, solo desde cuidar su crecimiento y esperar un tiempo hasta obtener frutos.
Esta planta de arándanos podrá estar para siempre en tu hogar brindándote todos los beneficios de este maravilloso fruto.