El aloe vera, también conocido como sábila, es una de las plantas más valoradas en la industria cosmética por los múltiples beneficios que le puede aportar a la belleza de todo el cuerpo. Por eso es cada vez más habitual usar algún tipo de gel de aloe vera.
Cuenta con propiedades astringentes, antibacterianas e hidratantes que, al ser aplicadas sobre la piel favorecen su regeneración para mantenerla joven y libre de diversas imperfecciones. También destaca como uno de los mayores refrescantes y cicatrizantes naturales, apropiado para las quemaduras solares y otras lesiones que dañan la estructura natural de la piel y que derivan en marcas y envejecimiento prematuro.
El aloe vera está compuesto en gran parte por agua, pero también supone un aporte significativo de vitaminas A, C y E, cuya acción antioxidante puede inhibir el daño oxidativo. Estas y muchas otras razones lo han convertido en el ingrediente básico de muchos tratamientos del mercado que aprovechan sus bondades para fines estéticos. No obstante para aprovecharlo al máximo, la mejor forma de usarlo seguirá siendo en su estado 100% natural.
Gel de aloe vera casero
Aunque se puede adquirir en presentaciones comerciales, lo mejor es hacerlo de forma orgánica para cuidar el medio ambiente y evitar los conservantes químicos.
Ingredientes
- 3 hojas de aloe vera
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1 cucharada de aceite de germen de trigo
Preparación
- Cinco días antes de prepara el gel, riega la planta a diario para que se encuentre en mejor estado al momento del corte.
- Luego de los cinco días, corta tres hojas a las que consideres necesarias para extraer el producto.
- Retírales las espinas laterales y ponlas en un recipiente con agua durante un mínimo de 24 horas, cambiando el agua cada tres o cuatro horas para que todas las hojas expulsen una sustancia conocida como aloína, que puede resultar tóxica.
- Después de las 24 horas, retíralas del agua para poder extraerles su pulpa y continuar con la preparación del gel.
- Toma un cuchillo y abre cada una de las hojas por uno de los lados.
- Con la ayuda de una cuchara o espátula, extrae todo el gel y resérvalo en un recipiente.
- Incorpora el jugo de limón y el aceite de germen de trigo, cuya función es potenciar sus propiedades gracias a sus aportes de vitamina E y otros antioxidantes.
- Bate la mezcla a la velocidad media-alta hasta lograr una crema espesa de tonalidad blanca. Si no tiene batidora, puedes hacerlo en una licuadora.
- Vierte el producto en un frasco de vidrio hermético y consérvalo en el refrigerador para que dure más tiempo.
Aplicación
- Sea cual sea el fin con que lo utilices, solo tiene que tomar la cantidad que consideras necesaria y extenderla sobre la zona afectada.
- Siempre es bueno repetir su aplicación una tres veces por semana para notar la diferencia en poco tiempo.
La gran ventaja de este gel totalmente natural es que se puede utilizar todos los días por las múltiples aplicaciones que tiene en cuanto al cuidado de la piel. Sus propiedades nutricionales son únicas y no generan efectos negativos cuando se usan de forma tópica. Son muchos los usos que se pueden hacer del gel aloe vera y puede servir para:
- Limpiar, hidratar y regenerar la piel
- Deshacerse de los poros obstruidos
- Prevenir los diversos grados de acné
- Clamar la irritación e inflamación
- Disminuir manchas, cicatrices y ampollas
- Evitar la formación de granos, espinillas y puntos negros
- Reducir el impacto negativo de los rayos solares
- Calmar las quemaduras
- Prevenir y atenuar las estrías
- Controlar la comezón y la descamación asociadas a la dermatitis seborreica y psoriasis
- Prevenir el envejecimiento prematuro
- Tonificar y reafirmar
- Reducir las bacterias
- Tratar la sequedad y agrietamiento de los talones
La elaboración de un gel de aloe vera natural no es para nada complicada y puede ser muy útil para cuidar tu piel.