Siempre es mejor preparar algo con cariño en casa que comprar algo en un supermercado o en la tienda ya que así controlamos la cantidad de azúcar añadida y los ingredientes utilizados.
La leche condensada es una receta rápida y fácil y puedes darle más sabor o aroma añadiendo vainilla, canela u otra esencia. Par hacer esta receta se usa leche en polvo que puede ser desnatada y puedes conservar esta receta en un frasco de cristal en la nevera.
La receta es para 4 comensales.
Tiene una duración estimada de 30 minutos y es un postre de dificultad baja.
Ingredientes:
- 200 mililitros de agua
- 200 gramos de leche en polvo
- 300 gramos de azúcar (1½ tazas)
- 50 gramos de mantequilla
- 1 cucharada sopera de esencia de vainilla
Paso a paso:
Primero calienta un cazo con agua, la cucharada de esencia de vainilla y la mantequilla a fuego medio para que esta se derrita sin dejar que el agua hierva. Luego agrega azúcar y remueve hasta disolver. Esto suele tardar un poco.
Incorpora la leche en polvo de apoco. Primero añade 2 o 3 cucharadas de leche y remueve hasta disolver. Luego añade unas cucharadas más y remueve y así hasta agregar toda la leche. Utiliza un batidor de mano para quitar los grumos. Vigila que la preparación no hierva para que no se queme el fondo.
Dato: Prueba la mezcla para decidir si quieres agregar más azúcar.
Cuando todo esté disuelto, aproximadamente a los 15 minutos, apaga el fuego y deja enfriar. Al principio la notarás líquida, pero al irse enfriando, la leche condensada tomará más cuerpo.
Pon la leche condensada en un frasco de cristal esterilizado y luego consérvala en el frigorífico. Esta receta es fácil, algo lenta pero sencilla.