Es de conocimiento general que la miel tiene una gran cantidad de propiedades beneficiosas para nuestro organismo, se recomienda que su consumo debe ser moderado, como en casi todos los alimentos.
No obstante, hace muy poco tiempo, una investigación ha demostrado que un alto porcentaje de la miel que nos ofrecen los supermercados y otras tiendas son alteradas,con el resultado que se deduce: los consumidores no estaríamos recibiendo sus increíbles propiedades para la salud. Ya que la miel pura es uno de los alimentos más nutritivos y beneficiosos que existen para el ser humano, el problema está en saber encontrar dicha miel pura.
Sin ir más lejos, el 76% de las mieles comercializadas han sido “ultra-filtradas” para lograr eliminar las impurezas y de paso , todo el polen, de acuerdo al estudio llevado a cabo por Vaughn Bryant, un profesor en la Universidad de Texas A&M y un experto en palinología, la disciplina que estudia el polen y esporas.
Específicamente, son estas impurezas las que hacen que la miel sea un gran alimento para el ser humano. Por esa razón, la miel que ha sido filtrada demasiadas veces no tiene todas esas vitaminas, aminoácidos y minerales, ni tampoco sus grandes propiedades antibacterianas, antivirales y antifúngicas
“No conozco a ningún productor de miel que quisiera hacer esto. Eliminar todo el polen solo puede lograrse a través de una ultra filtración, un proceso que solo cuesta dinero y disminuye la calidad de la miel. A mi juicio, estas mieles fueron producidas de manera ilegal y se les ha quitado el polen para no poder rastrear su procedencia“, argumenta Mark Jensen, presidente de la Asociación Americana de Productores de Miel.
No es de asombrarse, que desde Asia se estén comercializando mieles ultra filtradas con el fin de esconder su procedencia. Es más, en cierta oportunidad se logró descubrir que algunas de estas mieles contenían antibióticos ilegales y poseían contaminantes de metales pesados que podrían tener graves consecuencias sobre la salud. Dichos elementos, además existían para lograr borrar toda evidencia que delatara que fueron producidas de forma ilegal.
Aprendamos a identificar miel pura
De acuerdo a la página permaculturenews, tenemos 4 formas de identificar si una miel es o no pura:
- La prueba del pulgar. Pon una gota de miel sobre tu pulgar. Si escurre o cae hacia un lado, la miel no es pura. Si se mantiene intacta, sí lo es.
- La prueba del agua. Llena un vaso con agua y vierte una cucharada de miel dentro. La miel pura se mantendrá prácticamente intacta y se sumergirá hasta el fondo del vaso. La miel alterada se disolverá.
- La prueba del estante. La miel pura se cristalizará con el tiempo, mientras que la miel alterada seguirá viéndose como sirope líquido, sin importar la cantidad de tiempo que permanezca guardada en tu despensa.
- La prueba del papel de cocina. Si viertes un poco de miel en un pedazo de papel de cocina y deja una mancha mojada, la miel está alterada y le han agregado agua. Si es pura no dejará mancha. El problema de este truco es que tampoco dejarán mancha aquellas mieles que hayan sido diluidas en siropes o jarabes azucarados.
En el estudio antes mencionado, Bryant evidenció que dichas mieles que provenían de mercados locales de agricultores, tiendas “naturistas” o cooperativas, mantenían intactos sus niveles normales de polen. Un consejo que nos entrega es que es más probable encontrar mieles sin alterar cuando estaban etiquetadas como productos orgánicos. Esperamos que esta información haya sido útil y que la próxima vez que compres un tarro de miel, sepas si es de la verdadera o no.