En época de otoño es común encontrar calabazas a buen precio, por eso te traemos este plato que te fascinará.
La receta es para 4 comensales.
Tiene una duración estimada de 45 minutos y es de dificultad baja.
Ingredientes:
- 300 gramos de calabaza sin piel ni semillas
- 1 diente de ajo
- 1 trozo de cebolla
- 1 pellizco de nuez moscada
- 1 pizca de pimienta negra recién molida
- 1 pizca de sal al punto
- 2 cucharadas soperas de harina común
- 1 litro de leche semidesnatada
- 1 litro de aceite de girasol para freír
- 1 chorro de aceite para sofrito
- 1 huevo
- 1 paquete de pan rallado con ajo y perejil
Paso a paso:
Vas a necesitar una calabaza tierna y suave. Te sugerimos cocerla, aunque también puedes asarla al horno.
Si tienes microondas podrás tener la calabaza lista en 10 minutos. Ponla en un recipiente para microondas en trozos pequeños y añade un vaso de agua para cocerla. Si tienes una vaporera, también puedes usarla.
Dato: Puedes cocer la calabaza picada en trozos pequeños en una cacerola por 20 minutos, pinchándola para comprobar si está blanda.
Pela el ajo y la cebolla y pícalos finamente. Si prefieres puedes rallar o machacar a tu gusto. Pon aceite en una sartén y sofríe hasta que el ajo y la cebolla estén ligeramente dorados.
Escurre el líquido de la calabaza ya cocida y aplasta con un tenedor para hacerlas puré y reserva.
Cuando el sofrito esté dorado, agrega la calabaza y remueve hasta mezclar. No la dejes más de 3 minutos y ponle sal para balancear la dulzura de la calabaza.
Agrega nuez moscada y pimienta molida y mezcla bien. Baja el fuego al mínimo para preparar la bechamel.
Para hacer la bechamel, añade a la mezcla harina. Hay que dorarla un poco para que no tenga sabor a harina cruda. Entibia la leche para evitar grumos en la masa y cuando la harina lleve dos minutos en la sartén, agrega leche de forma pausada.
Echa un chorro de leche y remueve y así sucesivamente. Verás que la mezcla se suelta y toma otra textura. Si ves que requiere de más leche, añádela. Remueve sin parar hasta que la mezcla se despegue de los bordes al removerla. Esto indica que está lista.
Saca la mezcla con bechamel y ponla en un plato amplio y plano y deja que se enfríe para que las croquetas se formen con facilidad y no se abran al freírlas.
Cuando la bechamel esté fría, prepara pan rallado y bate u huevo con un toque de sal, todo por separado. Toma una porción de la mezcla, pásala por huevo y luego por el pan rallado.
Dato: Te recomendamos poner papel film sobre la masa para que la bechamel no se reseque y forme una capa dura.
Vierte aceite en una sartén honda y cuando este esté caliente añade las croquetas. Deja dorar por cada lado y cuando estén listas ponlas en una fuente con papel absorbente.
Las croquetas quedarán crujientes y deliciosas y puedes servirlas de inmediato con mayonesa, si lo prefieres.