Esta receta no posee colorantes ni conservantes, es fácil de hacer, no tiene demasiados ingredientes y lo mejor es que no necesitas heladera.
La receta está pensada para 10 comensales.
Tiene una duración de 10 minutos y es de dificultad baja.
Ingredientes:
- 1 lata de leche condensada de las pequeñas
- 3 cucharadas de postre de esencia de vainilla
- 500 mililitros de nata para montar (2½ tazas)
Paso a paso:
Vierte la leche condensada en un recipiente y agrega 3 cucharadas de esencia de vainilla para luego mezclar e integrar todo. Reserva para luego.
Toma un recipiente ancho y vierte la nata y monta por 4 o 5 minutos con una batidora. La nata estará lista cuando se formen picos y no se caiga del recipiente al voltearla.
Dato: No montes la nata más del tiempo indicado o se cortará y se convertirá en mantequilla.
Agrega a la nata la mezcla de leche condensada que habías reservado y revuelve con cuidado con movimientos envolventes para que la nata no pierda consistencia.
Dato: Si puedes, utiliza una lengua de silicona para mezclar la nata y la leche condensada.
Luego vierte la mezcla de helado de vainilla casero en un recipiente que puede ser metálico para que se enfríe más rápido, aunque también puede ser de plástico u otro material.
Envuelve el recipiente con papel film para que no entre aire. Así evitarás que se formen cristales de hielo o que tu preparación adquiera otros sabores de alimentos congelados. Ahora lleva tu helado al congelador.
Dato: Intenta dejar el recipiente apoyado y de forma recta en el congelador para evitar que el helado se congele de manera irregular.
Deja al helado en el congelador por 5 horas o toda una noche. Obtendrás un helado cremoso y con un sabor exquisito ma vainilla. Sirve con galletas o toppings.
Este helado de vainilla casero es un placer para los sentidos, es fácil de preparar y puedes elaborarlo cuando quieras.