Le lechuga se usa en entradas y ensalada y ayuda con problemas como la anemia, el estreñimiento, controla el colesterol alto, regula el azúcar en la sangre, ayuda a tratar dolores, cura el resfrío y más.
Si no lavamos bien la lechuga, su consumo puede causarnos enfermedades debido a microorganismos que quedan en sus hojas ya que trae restos de tierra y abono. De hecho si no tienes certeza de como fue cultivada y regada, te arriesgas a bacterias como la Escherichia coli y es por ello que siempre debes desinfectarla bien.
Desinfecta tu lechuga sin utilizar químicos
Debes seguir estas recomendaciones:
- Limpia tu lechuga antes de consumirla y nunca antes para almacenarla ya que la humedad aumenta su proceso de deterioro.
- Lávate bien las manos usando agua y jabón por 20 segundos.
- Limpia tu superficie de trabajo y los utensilios a utilizar ya sea un cuchillo, una tabla de cortar, una mesa o un colador. Lo mejor es tener una tabla para vegetales, otra para pescados y otra para carnes para evitar la contaminación cruzada.
- Deshoja la lechuga, lava y desinfecta sacando las hojas con cuidado para no romperlas. Lava hasta que no queden rastros de tierra.
- El tiempo de remojo no debe ser más de 15 a 20 minutos. Frota las hojas de lechuga sin dañarlas hasta dejarlas sin rastro de tierra o suciedad.
- Enjuaga las hojas debajo del grifo dejando correr el agua sobre ellas.
- Elimina las hojas oscuras o manchadas.
- Seca las hojas antes de servirlas pasándolas por un colador o secándolas con papel de cocina. Luego aliña y sirve.
Dato: El lavado de la lechuga debe hacerse antes de cortar sus hojas.
Aprende a desinfectar una lechuga usando lejía
La lejía de uso alimentario es uno de los germicidas más eficientes. La lejía para limpieza del hogar es tóxica y no debe usarse para desinfectar alimentos.
La lejía de uso alimentario se usa para purificar el agua que se bebe y también para limpiar frutas y verduras . La capacidad de limpieza y de desinfección del cloro es indiscutible ya que destruye microorganismos como bacterias, virus, levaduras, esporas, algas, protozoos, microorganismos de procedencia fecal y más.
Para levar la lechuga tienes que utilizar la lejía de la siguiente manera:
- En un cuenco grande pon un litro de agua por una cucharadita de lejía alimentaria.
- Sigue los pasos anteriores para lavar la lechuga en esta solución por 20 minutos.
Desinfectar la lechuga usando vinagre
El vinagre blanco y sus propiedades antimicrobianas sirven para higienizar superficies y eliminar grasa como para lavar vegetales. No es tóxico y es ideal para limpiar tu lechuga sin usar químicos. Tiene acción antiséptica que proviene de su Ph ácido de 2.4 y su contenido acético. Su efectividad ronda el 80% debido a que no inhibe todos los agentes patógenos. Para usar vinagre como desinfectante debes hacer lo siguiente:
- Pon en un recipiente agua y vinagre en partes iguales, es decir, por ejemplo, 250 ml de cada uno.
- Sigue el protocolo de desinfección desglosado anteriormente.
Desinfecta tu lechuga con bicarbonato de sodio
El agua tiene un ligero poder alcalino y cuando se expone a un ácido fuerte se descompone en dióxido de carbono en el agua y ahí es donde surge su poder antimicrobiano. Este producto sirve para desinfectar una lechuga de forma natural pues no es tóxico y no deja sabor. Úsalo de la siguiente manera:
- En un bol grande pon 1 litro de agua tibia-caliente y unas cucharaditas de bicarbonato.
- Sigue el procedimiento completo que te dejamos anteriormente.
Desinfecta la lechuga con limón
El limón tiene gran acidez y un ph que cambia con las células bacterianas desarrollando un ambiente ácido en el que los microbios no sobreviven. Se dice que su poder de desinfección supera al vinagre.
- Lava los limones y frota su cáscara con un cepillo, enjuaga con agua y desinfecta.
- Pon en un bol 1 litro de agua y 1/4 o 1/2 de litro de jugo de limón.
- Procede a desinfectar la lechuga.
Desinfecta la lechuga con agua oxigenada
Este producto tiene propiedades germicidas y genera un proceso de quemadura controlada. En alimentos no resulta tóxico.
- En un bol grande pon un litro de agua y 1/2 taza de agua oxigenada de 10 volumenes.
- Sigue el método de desinfección.
Esta forma no es dañina, pero los remedios anteriores son más seguros. Desinfectada la lechuga puedes usarla en tus recetas.