Los abuelos nos llenan el alma con su cariño y sus historias. Ellos son quienes nos miman, nos comprenden y nos consienten, por ello todo niño quiere pasar tiempo con sus abuelos.
Ese tiempo que niños y abuelos pasan juntos los beneficia a ambos ya que hay mayor actividad y eso llena la vida. Niños y abuelos se hacen compañía, se cuidan y son los abuelos los que son más flexibles con estos niños que con sus propios hijos.
Si eres un padre que permite que tus hijos compartan con sus abuelos estás fomentando un gran lazo familiar que beneficia en muchos aspectos a tu pequeño. Pero, ¿qué pasa cuando un abuelo muere?
Es difícil tener que explicarle a un niño que alguno de sus abuelos ya no estará más, pero por otro lado es algo que no puede ser ocultado. Hoy te daremos algunos consejos para poder enfrentar este momento en que debes contarle a un niño sobre este fallecimiento para que no sea de una forma traumática para ellos.
Ayuda a tus hijos a superar la muerte de sus abuelos
El lazo entre un nieto y su abuelo es irrompible, aún después del fallecimiento del segundo. Lo que debes hacer es tener tacto para hablar con tu hijo de este delicado tema.
Debes decirle a tu hijo que su abuelo ya no está en este mundo y que Dios ha querido llevárselo para que esté junto a él. Así ellos sabrán donde estará su abuelo y que estará muy bien allí.
Una niña de 3 años podría decir: “mi abuela se fue allí, muy alto al cielo con unas alas en la espalda y Jesús la cura allí donde esta”.
Un niño de 9 años podría decir: “el abuelo es como un universo. Está muy lejos, mucho más lejos que el cielo. Allí hay árboles, lagos… ¿Es como la Tierra, pero diez veces mejor!”.
La forma en que ellos imaginan el lugar donde está su abuelo los ayuda a superar el dolor y a volver con el tiempo a realizar sus actividades normales.
Si tu hijo te pide una foto de uno de sus abuelos que ha fallecido, dásela. Para ellos es una forma de tenerlos cerca y de recordar todo el amor que esa persona le dio.