“Es por tu salud, aquí trabajamos así. No hace falta que llores”, le dijo una enfermera a Lady Boo cuando fue a consultar por la ansiedad y depresión que padece.
Aunque está más que dicho que uno no debe hacer comentarios sobre el cuerpo de otros, la discriminación por el físico sigue siendo un tema complejo hoy, tal como le pasó a Lady Boo, una chica de talla grande.
Lady Boo sabe que se ama a pesar de lo que marque la pesa. Ella promueve el “Body Positive” y tiene miles de seguidores en Instagram por eso.
Si embargo, ella contó entre lágrimas un episodio de gordofobia que vivió en un centro asistencial tras acudir a este por la depresión y ansiedad que sufre desde los 14 años.
“Estoy pasando por una racha complicada, por lo que he ido a ver a mi doctora. No la había conocido hasta ahora porque me cambié de centro médico. Nada más entrar en la consulta ya me sentí juzgada con su mirada. Yo le hablé de cómo me sentía y de mi historial”.
Lady Boo en Instagram.
Su nueva psicóloga, en vez de mostrar empatía con lo que la chica le contó le preguntó si tenía dinero y le recomendó unas pastillas para bajar de peso, intentando asumir que ese era el origen de todos los problemas de su paciente. “Su respuesta es si iba bien de dinero porque habían salido unas nuevas inyecciones que ayudan a adelgazar”, contó la infuencer.
Luego Lady Boo fue derivada con una enfermera que le pidió subirse a una balanza para ver su peso. “No sé qué tiene que ver con decirte que no me encuentro bien con que tengo que adelgazar, que me pese o las inyecciones” le dijo la joven y la respuesta que recibió es simplemente desconcertante.
“Dijo que me iba a pasar, algo que no entendí porque yo fui a pedir ayuda psicológica. Cuando marcó la máquina el peso, suspiró (…) Después me dijo: ‘Es por tu salud, aquí trabajamos así. No hace falta que llores. Cuando estés bien de la ansiedad, tú misma vas a decir ‘ya no voy a comer tanto arroz ni tanta pasta’”.
Lady Boo en Instagram.
La chica contó lo vivido mientras lloraba y recibió el apoyo de quienes la siguen. Muchos la felicitaron or preocuparse de su salud mental, aunque le sugirieron cambiar de psicóloga.