El apio, de origen europeo, es una planta herbácea que aporta grandes nutrientes al organismo y es esencial conocer todas sus propiedades para utilizarlo a nuestro favor y mejorar nuestra calidad de vida o evitar complicaciones que alteren el correcto funcionamiento.
Tanto la ensalada de apio como el té ayudan a reducir el colesterol y el peso corporal gracias a la gran cantidad de fibra no soluble significativa que contiene. Además es una buena fuente de vitamina A que aporta al organismo mucosas solubles para lograr una piel tersa, mejorar el sentido de la vista y prevenir el cáncer de garganta y de boca.
Esta planta es diurética, por lo que ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre y además depura las grasas que el organismo no necesita y lo desintoxica.
En las mujeres lactantes es imprescindible su consumo ya que contiene propiedades galactagogas que ayudan a la secreción de la leche materna. Pueden consumirlo tanto como en ensaladas o en forma de té.
El apio se puede consumir cortando las hojas y los tallos en pequeños trozos para hacerlos ensalada y acompañar las comidas, también poniendo algunas hojas en agua hirviendo, para preparar un té. Si quieres puedes incorporar algunas hojas también a las sopas que preparas o a las tortillas de huevo, le darán un sabor bastante agradable.