La costumbre de morderse las es probablemente por nervios, aburrimiento, frustración o simplemente costumbre. Hay veces en que las personas ni siquiera lo hacen conscientemente, tan solo se llevan el dedo a la boca y comienzan a jugar con sus uñas para pasar el rato.
Pero recientemente un estudio descubrió que este hábito podría estar relacionado con el perfeccionismo y no con la ansiedad, como nos han hecho creer.
Onicofagia
Este es el nombre que se le da al hábito de morderse las uñas, común tanto en niños como adultos por diversos factores, según investigaciones podrían ser causa de frustración, ansiedad, estrés, soledad, imitación o aburrimiento.
Para acabar con este hábito es importante que las personas entiendan la importancia de dejarlo de lado y estén totalmente dispuestas.
Según un estudio publicado en el Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry, aquellas personas que tienen como costumbre comerse las uñas podría generar angustia y resultar perjudicial para su salud debido al deterioro de la misma. Además podría deberse a la falta de paciencia, el exceso de aburrimiento, la frustración y la insatisfacción.
Agregan además los científicos que estas persona podrían tener este hábito incorporado debido a contar con una personalidad perfeccionista.
Se contó con 47 personas para las pruebas, las cuales fueron divididas en dos grupos: los que presentaban el hábito y los que estaban controlados. Ambos grupos fueron expuestos a diversas situaciones en las que llegarían a sentir estrés, relajación, frustración y aburrimiento.
Las personas que se mordían las uñas mostraron un comportamiento insistente en todas las actividades, menos en donde tenían que relajarse.
Según los resultados, las personas que se sienten frustradas, impacientes e insatisfechas no pueden lograr un estado de relajación debido a su perfeccionismo. Por eso recurren a hábitos sencillos como morderse las uñas, ya que de esta forma su mente está ocupada en otra cosa y logra sentirse satisfechas por un momento.
A pesar de ser un hábito inofensivo, podría llegar a generar muchos problemas a largo plazo. Según otra investigación, esto podría generar infecciones estomacales por toda la suciedad que se acumula en las uñas normalmente.
Además al morder las uñas muy profundamente, se reduce aproximadamente el 20% de su crecimiento regular provocando dolor o sensibilidad al rozar con otros objetos. Incluso los dientes pueden resultar perjudicados por el daño que sufren sus bordes y su esmalte al estar constantemente mordiendo algo que no deberían.
Aunque es un hábito simple, es muy difícil llegar a abandonarlo por completo, de hecho los castigos en los niños no resuelven el problema.
Lo importante es que identifiques ante qué situaciones lo haces, tengas una real intención de dejarlo de lado, procures cortarte las uñas para no caer en la tentación y hagas uso de objetos anti estrés para mantener tus manos ocupadas en otra cosa.