Hay muchos dolores y todos son únicos en intensidad y características, pero se suele describir como el peor dolor del mundo al producido por la neuralgia del trigémino. Esto porque es un tic doloroso, parecido a una descarga eléctrica que irradia el área facial desde el pómulo a la barbilla.
Como siempre es útil conocer estas condiciones médicas, te explicamos a continuación las principales claves de la neuralgia del trigémino.
¿Qué es la neuralgia del trigémino?
Este es un tipo de dolor crónico que afecta a un nervio específico, el que le da el nombre. Se trata del quinto nervio craneal, uno de los más largos presentes en nuestra cabeza.
Aparece en forma de “tics” de gran intensidad: intervalos cortos (de dos segundos a un minuto) donde la persona queda paralizada sin poder morder o incluso hablar debido a la intensidad del dolor. Aunque dura poco, podría llegar a progresar y extenderse por más y más segundos. Es el dolor de cabeza más intenso que podemos experimentar.
El nervio posee tres ramas que cruzan tu área visual, cuero cabelludo y la parte frontal de la cabeza, por lo que quienes experimentan esta neuralgia sienten dolor en su mandíbula, mejilla, labios, dientes e incluso las encías.
Se origina en un vaso sanguíneo que comprime el nervio del trigémino una vez que este sale de nuestro tallo cerebral. El desgaste progresivo de la vaina que rodea al nervio, fruto del paso del tiempo o de una enfermedad que deteriora la mielina del nervio, provoca que éste envíe señales anormales a nuestro cerebro.
Síntomas
Son episodios breves pero agudos, como si fuera una descarga eléctrica. Podemos quedar sorprendidos por no saber qué nos ha ocurrido, pero no le damos importancia al comienzo debido a su brevedad. Pero pronto los ataques se repiten: basta con tocarnos la cara, masticar, hablar o cepillarnos los dientes para que esta “descarga” aparezca.
Estos ataques de dolor duran de pocos segundos a varios minutos, presentados en episodios que pueden durar días para luego desaparecer y volver al cabo de un mes. También pueden durar varios meses seguidos.
El dolor suele afectar a un lado de la cara y, como hemos señalado, irradia la mejilla, mandíbula, labios, encías y, de forma menos frecuente, los ojos y la frente. Con el tiempo, los ataques se vuelven más frecuentes e intensos.
¿A quién afecta?
Aqueja especialmente a personas mayores de 50 años, según estudios del National Institute of Neurological Disorders and Stroke de Estados Unidos, pero también puede aparecer en personas jóvenes.
Es un trastorno que suele ser hereditario y es más común en mujeres que en hombres.
Diagnóstico
Este mal se puede diagnosticar en tres puntos claves que la pueden diferenciar de otras afecciones, como la migraña:
- Tipo de dolor: suele ser breve
- Ubicación: deben señalarse las partes de la cara afectadas por el dolor
- Disparadores: esta neuralgia reacciona con la estimulación de la luz en las mejillas y con el acto de masticar y hablar
Cuando le hayamos especificado estos puntos a nuestro médico, el especialista nos pedirá pruebas como una resonancia magnética o un examen neurológico.
Tratamiento
Nuestro médico sabrá cuál es el tratamiento más adecuado para nosotros. Sin embargo, lo más probable es que no use antiinflamatorios o analgésicos comunes porque no sirven para esta afección.
Suelen usarse anticonvulsivos para bloquear el disparo nervioso de esta estructura cerebral, o incluso antidepresivos tricíclicos cuando el dolor es constante.
Cuando los fármacos no surten efecto, se pasa a un enfoque quirúrgico que va desde intervenciones sencillas a operaciones complejas como:
- Rizotomía: se destruyen determinadas fibras nerviosas, bloqueando el dolor
- Compresión con balón: en esta sencilla operación, se inserta una cánula por la que pasa un balón pequeño que comprime el nervio trigémino para reducir su estimulación (y, luego, el dolor)
- Inyección de glicerol: aísla las fibras del nervio e impide esas dolorosas descargas eléctricas
- Cuando esas estrategias no funcionan, puede realizarse la descompresión microvascular. Esta es una intervención más delicada pero su efectividad es mayor, ya que gracias a ella no vuelve a aparecer este tipo de neuralgia.
El “peor dolor del mundo” tiene solución si sigues los consejos de tu médico. lo importante es que, si tienes alguno de estos síntomas, acudas a un especialista capacitado para que nos diagnostique y pueda indicar el tratamiento para superar la afección.