Científicos han creado una enzima bacteriana mutante que es capaz de descomponer las botellas de plástico para su posterior reciclaje. La enzima fue originalmente encontrada en el compost y podría ser utilizada para hacer botellas nuevas de alta calidad.
Millones de toneladas de desechos plásticos han contaminado el planeta y actualmente representan un riesgo catastrófico para el ecosistema marino. Los activistas aseguran que la reducción del plástico es clave para cuidar al planeta, por eso la compañía Carbios tiene como objetivo el reciclaje a escala industrial, auto imponiéndose un plazo de cinco años.
La enzima es capaz de reducir las botellas a bloques de construcción química que luego se usan para crear nuevas botellas de alta calidad, una gran diferencia con la tecnología de reciclaje existente, la cual solo produce plástico lo suficientemente bueno para crear nueva ropa o alfombras.
La compañía ya ha firmado acuerdos con grandes empresas como Pepsi y L’Oréal para acelerar su desarrollo. Según los expertos independientes, esta nueva enzima sería un gran avance.
Se analizaron 100.000 microorganismos para encontrar los mejores candidatos. Luego los científicos analizaron la enzima e introdujeron mutaciones para mejorar su capacidad de descomponer el plástico PET, con el que se fabrican las botellas de bebidas, y la hicieron estable a 72ºC, cerca de la temperatura perfecta para una rápida degradación.
El equipo utilizó la enzima optimizada para descomponer una tonelada de botellas de plástico de desecho, que se degradaron en un 90% en 10 horas. Con el material que resultó, crearon nuevas botellas de plástico de calidad alimentaria.
Carbios trabaja en conjunto con la compañía de biotecnología Novozymes para reducir la nueva enzima a escala usando hongos. El coste de la enzima era solo el 4% del coste del plástico virgen del petróleo.
Las botellas de desecho se deben moler y calentar antes de que se añada la enzima, por lo que el PET reciclado será más caro que el plástico virgen, pero según Martin Stephan, director ejecutivo adjunto de Carbios, el plástico reciclado de baja calidad existente se vende a un precio más alto debido a la escasez de suministro.
“Somos la primera compañía en llevar esta tecnología al mercado. Nuestro objetivo es estar en funcionamiento para el 2024, 2025, a gran escala industrial. Todos sabemos que el plástico aporta mucho valor a la sociedad, en la alimentación, la atención médica, el transporte. El problema son los residuos plásticos”.
Martin Stephan, director ejecutivo adjunto de Carbios
El incremento en la recolección de desechos plásticos es clave para solucionar el problema de la contaminación, ya que cerca de la mitad de todo el plástico termina en el medio ambiente o en un vertedero.
“Hace que la posibilidad de un verdadero reciclaje biológico a escala industrial de la PET sea una posibilidad. Este es un gran avance en términos de velocidad, eficiencia y tolerancia al calor. Representa un importante paso adelante para el verdadero reciclaje circular de PET y tiene el potencial de reducir nuestra dependencia del petróleo, reducir las emisiones de carbono y el uso de energía, e incentivar la recogida y el reciclaje de residuos plásticos”.
Martin Stephan, director ejecutivo adjunto de Carbios
La enzima fue presentada en un investigación publicada en la revista Nature.