Las esponjas vegetales son naturales y 100% biodegradables, a diferencia de las esponjas de uso común, ya que provienen de una planta de la familia de las cucurbitaceas, emparentada con la calabaza y el pepino. La Luffa es el fruto de esta planta y en su interior presenta muchas fibras que pueden reemplazar perfectamente a las tradicional hechas de plástico.
Lo interesante de esta planta es que es muy fácil cultivarla en casa y obtener tus propias esponjas de cocina.
Cultivando esponjas naturales
Esta planta tiene más flores masculinas que femeninas, por lo que es aconsejable colocar más de 5 o 6 plantas para tener una buena producción. La polinización se realiza esencialmente a través de las abejas y es conveniente instalar de 1 a 2 colmenas por hectárea.
Puede crecer como enredadera, trepando algún muro o formando una pérgola, lo que de paso te ayudará a proyectar una buena sombra para el jardín.
Es capaz de adaptarse a muchos tipos de suelo, pero da mejores resultados en tierras con textura franca o arenosa, profunda o drenada con materia orgánica, además de mantener un pH de 5,5 a 7,5 preferentemente. Además se da mejor en zonas con climas tropicales y subtropicales, floreciendo regularmente en días cortos, pero también hay cultivares de días largos.
¿Cómo usar tu esponja natural?
Esta planta generalmente se utiliza para la producción de esponjas naturales, pero si se cosecha temprano se puede comer como los zuchinis. Las esponja se utiliza además para la fabricación de productos de baño, playa y limpieza, como guantes de masaje, trapeadores, sombreros y zapatos.
Sus flores también se pueden consumir y quedan muy bien en ensaladas o fritas, al igual que las de calabaza.
Puedes utilizar la esponja natural para lavar los platos, fregar el baño, para la ducha como exfoliante o para lo que quieras.
Otro dato importante es que la luffa tiene propiedades medicinales como laxante, tópico y diurético.