Cuando somos muy complacientes con nuestros hijos, estos pueden volverse irrespetuosos, al igual que cuando lo sobreprotegemos, por eso debe existir un equilibrio entre responsabilidad y permisividad.
¿Qué factores influyen en que un hijo se comporte de forma irrespetuosa?
Además de la crianza, hay factores orgánicos que pueden provocar comportamientos hostiles por parte de los hijos. Se deben tener en cuenta los trastornos del espectro autista (TEA), sobretodo del síndrome de Asperger ya que estos comportamientos no serían con mala intención en estos casos y sólo responden a un déficit de habilidades sociales.
Cuando el medioambiente influye de forma negativa en el comportamiento de los niños, podemos encontrar un ambiente funcional disfuncional, con una crianza desadaptativa y violenta. Podemos encontrar a padres que brindan malos ejemplos, sobreprotección y permisividad excesiva.
En la parte orgánica, un diagnostico de TEA se relaciona con falta de respeto en los niños. Los padres de pequeños con este diagnóstico deben lidiar de forma continua con comportamientos hostiles, una que no es intencionada, sino una respuesta a la falta de habilidades sociales.
Los aspectos medioambientales y orgánicos son muy importantes. Tanto la naturaleza como la crianza influyen en el desarrollo de los niños. Se recomienda que los hijos puedan vivir en un a ambiente adecuado para desarrollar habilidades sociales.
¿Por qué es complejo para un padre lidiar con un niño irrespetuoso?
En estos casos la tolerancia se pone a prueba y a veces no se logra mantener la calma.
A los padres les cuesta lidiar con los niños irrespetuosos principalmente porque no saben reconocer las emociones. La inteligencia emocional se trata de reconocer emociones propias y ajenas.
El rol del padre tiene que ver con el crecimiento personal, reconocer aspectos de la propia personalidad que interfieren en el carácter de sus propios hijos. Ciertas características de personalidad de los padres no permitirán lidiar fácilmente con los niños.
En cuanto a padres sumisos, nos encontramos con problemas para establecer normas. En tanto en padres intransigentes comúnmente hay problemas de comunicación.
Si el conflicto se da por el establecimiento de normas, los padres no saben que hacer para que sus hijos no les falten el respeto y por eso muchas veces la solución es tolerar los berrinches. En los casos donde la comunicación es el problema, a los padres les cuesta controlarse y no maltratar de forma verbal a los niños.
5 consejos para saber actuar ante un niño irrespetuoso
La mejor manera para corregir el comportamiento de los niños es relacionándose de una forma distinta con ellos. El cambio debe ser primero en los padres para que este pueda reflejarse en los pequeños.
No tomar el irrespeto del niño como algo personal
Se debe tener en cuenta la etapa de desarrollo evolutivo en la que está el niño, ponerse en su lugar para poder comprender la situación.
Los comportamientos rebeldes son normales en la adolescencia y no deben tomarse como ataques personales, sino como un escenario común.
Preparar el escenario para enfrentar al niño irrespetuoso
Al ser padres, sabemos que nuestros hijos pasarán por diversas etapas y comportamientos a lo largo de su vida. En la adolescencia, la rebeldía hasta cierto punto es normal.
Los padres de adolescentes deben visualizar el momento en que estos pueden tener faltas de respeto y así evitar reacciones impulsivas y violentas.
Imponer normas con determinación
Cuando la autoridad es inestable, las faltas de respeto por parte de los hijos suelen ser más intensas. Lo mejor es actuar de forma justa y determinada y no ceder ante peticiones de flexibilizar la norma.
Los hijos adolescentes suelen buscar que las normas estén a su favor y debemos señalar que no siempre será de esa forma.
Usar comunicación asertiva cuando tu hijo es irrespetuoso
Los padres que utilizan la comunicación asertiva, suelen conseguir que las faltas de respeto sean menos. Asertividad es transmitir un mensaje empático, donde nos pongamos en el lugar del otro para que no se sienta atacado.
Permite que tu hijo forme parte de la solución
Hacer a que los niños participen en la solución es muy efectivo ya que establece una autoestima fuerte en ellos y felicitarlos y valorar su opinión ayuda a fortalecer el lazo familiar.
Comunicar es la diferencia
La forma en que interactuamos con nuestros hijos puede hacer la diferencia respecto a su comportamiento. Independiente de los factores orgánicos, el componente social ayuda a la forma en que se comportarán estos niños cuando sean jóvenes. Los padres deben aprender a manejar sus propias emociones antes de iniciar un diálogo.