Existen varios tipos y grados de violencia, algunos incluso pueden pasar desapercibidos y la violencia psicológica, aunque no sea física, también es capaz de dejar señales en tu cuerpo como efectos secundarios.
Las humillaciones, descalificaciones, vejaciones, insultos, aislamiento e incluso el bullying forman parte de la violencia psicológica, pero como no hay evidencias físicas como golpes o moretones, es difícil demostrarla y evidenciarla.
En este maltrato psicológico se trata de someter a la persona y se le anula a través de la presión constante. Los insultos y gritos atentan contra la dignidad de la víctima.
Señales que deja la violencia psicológica en el cuerpo
Trastorno del sueño
La presión y la violencia verbal provocan ansiedad, estrés e insomnio, incluso alteraciones nerviosas y cardíacas. El miedo hacia el maltratador genera insomnio, lo que debilita aún más a la víctima, ya que sus horas de sueño son insuficientes, por lo que el cuerpo es más propenso a enfermar.
Trastorno alimentario
Las víctimas de violencia psicológica reducen su autoestima y piensan que no merecen nada, que todo es por su culpa. esto conlleva a pérdida de apetito, falta de control, inseguridad y despreocupación por la comida.
Este trastorno alimentario genera una distorsión de la propia imagen corporal, provocando un sentimiento de soledad, frustración, rabia contenida o desamparo emocional. También es muy común la presencia de gastritis en las víctimas.
Hipertensión
Al vivir constantemente en un estado de alerta para proteger la vida, se eleva la tensión arterial, ya que la mente envía señales al cuerpo de estar en peligro y por lo tanto aumenta el bombeo sanguíneo.
Aquellas personas que viven en lugares conflictivos o donde se exponen a amenazas constantes, generalmente desarrollan hipertensión como una estrategia de defensa del organismo.
Depresión
La violencia psicológica provoca angustia en la víctima, llevándola a un estado de depresión absoluto. Los celos descontrolados; la privación de la libertad y el control del dinero; los insultos y apodos humillantes; el control total de las relaciones sociales; la invasión de la intimidad; los gritos, descalificaciones y menosprecios; el control de la vestimenta; las relaciones sexuales no consentidas; y el domino o sometimiento son algunas de las señales de violencia psicológica que derivan en un trastorno mental.
Estas situaciones generan que la víctima caiga en una depresión absoluta e incluso pueda llegar a suicidarse o no importarle en absoluto qué está sucediendo con su vida. Esto es incluso más grave cuando el agresor es la pareja o algún miembro cercano de la familia.
Cómo prevenir la violencia psicológica
- Deja de lado a quien dice que te quiere, pero te hace llorar o pasarlo mal.
- No aceptes o normalices los malos tratos, gritos o manifestaciones de ira.
- Nunca permitas que te descalifiquen, insulten o menosprecien.
- Tu opinión es igual de importante que la suya.
- Nadie es dueño de otra persona.
- No justifiques comportamientos violentos.
- No perdones siempre, hay límites.
- Si sientes miedo de tu pareja, entonces no hay amor de por medio.