El desayuno sin duda es la comida más importante del día, sin embargo muchas personas prescinden de él o consumen alimentos que no les aportan todo lo que necesitan. Lo importante es proponerse un desayuno más sano y equilibrado para tener un buen nivel de energía a lo largo de la mañana.
El desayuno es la primera comida después del ayuno nocturno y afecta de diversas maneras a nuestros organismo:
- Nos aporta energía para todo el día, en especial para la mañana.
- Condiciona nuestro estado anímico.
- Incide en el rendimiento físico y mental
- Nos permite comer menos cantidad a lo largo del día, ya que nuestro cuerpo no defecta carencias.
- Nuestro cuerpo asimila mejor los alimentos que tomamos en ayunas.
Desayunos no saludables
Exceso de hidratos de carbono refinados
Pan blanco, bollería, pastelería, cereales industriales. Nos causan picos de azúcar y provocan que poco después volvamos a tener hambre. Además, a la larga provocan estreñimiento y problemas digestivos.
Exceso de azúcares, en especial azúcar blanco
Este producto no es un verdadero alimento, ya que no nos aporta ningún nutriente y en cambio descalcifica y acidifica nuestro organismo. Lo podemos sustituir por miel de abeja, panela, estevia o sirope de agave.
Exceso de lácteos
Muchas personas no toleran bien la leche o algunos derivados lácteos, o bien los consumen en grandes cantidades. Podemos elegir entre los lácteos más digestivos y optar por bebidas de origen vegetal, libres de lactosa.
Mezcla de alimentos de mala combinación digestiva
Como sucede con los lácteos y el zumo de naranja. Esto nos puede provocar problemas digestivos y malestar durante las horas siguientes al desayuno.
Grasas saturadas
Margarina, embutidos, etc. Afectan a nuestra salud cardiovascular y son una de las principales causas de sobrepeso.
Desayuno equilibrado
Para que una comida sea equilibrada debe contener las cantidades necesarias, ni más ni menos, de hidratos de carbono, proteínas, grasa y fibra. De esta manera nuestro cuerpo lo digerirá y asimilará de manera adecuada y sentiremos que estamos con energía y buen humor a lo largo del día.
Además, debemos intentar que estos nutrientes sean de la mayor calidad y elegir siempre alimentos naturales y frescos por delante de los que son procesados.
Alimentos del desayuno
Cada persona debe elegir o combinar los alimentos del desayuno según sus preferencias, edad, estilo de vida y rutina. No obstante, podemos destacar aquellos que son más saludables:
- Cereales integrales: el más habitual es la avena en copos, que podemos comer en crudo, como si fuera muesli, o bien, cocinada. Si preferimos bocadillo, elegiremos panes de calidad, elaborados con harinas integrales de trigo, espelta, centeno, etc.
- Bebidas vegetales: de avena, arroz, espelta, etc.
- Derivados lácteos de fácil digestión: requesón, kéfir, yogur, queso fresco.
- Frutos secos sin freír ni tostar: Podemos comerlos crudos, molidos o picados. Nos aportan proteína vegetal.
- Frutas secas: Ricas en azúcares saludables, nos dan energía para todo el día. Por ejemplo, los higos, las ciruelas, los dátiles o las pasas.
- Fruta fresca y de temporada: De ser posible, ecológica.
- Semillas crudas: de girasol, sésamo, lino o calabaza. También podemos tomar su aceite de primera presión en frío.
- Jugos naturales: de frutas y vegetales
Desayunos más sanos
Con estos desayunos no te faltará ningún nutriente, además son deliciosos:
- Bocadillo de pan integral de espelta con hummus (crema de garbanzo) y requesón.
- Tostadas integrales con mayonesa y aguacate.
- Batido de frutas y frutos secos.
- Muesli con kéfir.
- Manzana con ciruelas pasas, yogur y nueces.
- Bebida vegetal con cereales integrales y caco.
- Copos de avena cocidas con bebida vegetal, canela y pera.
- Requesón con miel, avellanas y plátano.
Suplementos para el desayuno
Si nos sentimos más cansados de lo habitual, con las defensas bajas o estado de desánimo, podemos tomar alguno de estos suplementos naturales, que nos ayudarán a convertir el desayuno en una supercomida terapéutica:
- Levadura de cerveza
- Polen
- Germen de trigo
- Maca
- Espirulina
- Propóleo