El pan forma parte de la dieta en casi todo el mundo, es un alimento consumido desde la antigüedad, sin embargo actualmente existen muchas razones para evitar o buscar alternativas más saludables.
El pan convencional se elabora con harina de trigo refinada, agua y sal, además las industrias le agregan conservantes que no lo transforman en la mejor opción a nivel nutricional. De hecho, debido a su alto contenido de hidratos de carbono, no se recomienda como parte de la dieta. Comerlo todos los días podría causar sobrepeso y otras enfermedades metabólicas.
Al consumirlo en pequeñas cantidades podría ser inofensivo, sin embargo su ingesta excesiva puede producir varias reacciones negativas en el organismo.
La baja calidad nutricional del pan
El pan blanco industrial es un alimento muy pobre en nutrientes. Debido al proceso de refinamiento al cual es sometido el trigo, se pierden muchas de sus propiedades, ya que se le retira el germen de trigo y el salvado. Como resultado se obtiene un producto con bajo nivel de fibra, vitaminas y minerales, lo que debido a su alta concentración de almidón, puede dificultar la digestión y el metabolismo.
No es recomendable eliminar totalmente los carbohidratos de la dieta, pero las fuentes de harina como el pan son la peor opción.
Contiene mucho sodio
Consumir sodio en exceso puede derivar algunas complicaciones en la salud. Lo que más preocupa es que más del 77% de la cantidad ingerida proviene de alimentos procesados, entre los cuales se incluye el pan.
Este alimento refinado puede contener adicciones de fosfato y bicarbonato de sodio, cuyos excesos pueden influir en la retención de líquidos e hipertensión arterial.
El pan blanco industrial puede contener hasta 19 gramos de sal por cada kilo, alrededor de 4,7 gramos por cada barra de 250 gramos. Sin embargo, la dosis máxima de sal, de acuerdo con los datos de la OMS, es de 5 gramos al día por persona.
Índice glucémico alto
El pan blanco es uno de los alimentos de combustión rápida con un índice glucémico alto, es decir, al no ser utilizado de forma adecuada como fuente de energía, causa un desgaste de insulina y produce picos altos de azúcar en la sangre.
Su efectos en el organismo se pueden comparar con los que produce el azúcar blanco, ya que eleva la glucosa, afecta las funciones del páncreas e incide en trastornos metabólicos como la diabetes mellitus y el sobrepeso.
Contiene mucho gluten
El trigo con el que se elabora el pan blanco industrial contiene demasiado gluten y esta mezcla de proteínas facilita la fermentación del alimento, haciéndolo más elástico, esponjoso y apetitoso.
El problema está en que muchas personas tienen un sistema digestivo sensible, por lo que no consiguen procesar de manera adecuada el gluten. La intolerancia al gluten o celiaquía produce dolores abdominales, diarrea, reflujo gastroesofágico y afecciones inflamatorias.
Consejos para disminuir el consumo de pan
Deja el pan de lado puede ser bastante complicado, ya que estamos acostumbrados a incorporarlo de múltiples formas a nuestra dieta. Sin embargo, considerando los riesgos que esto representa, es bueno comenzar a tomar medidas para disminuir su consumo al máximo.
Reemplaza el pan
Lo más conveniente en reemplazar el pan por otras fuentes de carbohidratos. Existen muchas recetas alternativas para evitar las harinas refinadas en las recetas tradicionales como envolver los sándwiches con vegetales verdes o hacer pizzas con masa de coliflor.
Busca opciones con trigo 100% integral
Los panes elaborados con harinas 100% integrales contienen más propiedades y nutrientes que los que nos aporta el pan blanco. Suelen ser un poco más costosos pero vale la pena agregarlo de manera regular a nuestra dieta.
Debes fijarte en que los panes sean elaborados con harinas 100% integrales, ya que muchas veces solo están presentes en un porcentaje y mezclados con harinas refinadas.
Evitar la cesta de pan
Si vas a un restaurante, pídele al camarero que no deje en tu mesa la cesta de pan que generalmente sirven en esos lugares. Así podrás comenzar a reducirlo incluso en los lugares públicos.
Busca opciones más saludables y comienza a reducir el consumo de pan.