Majuli es la isla fluvial más grande del mundo ubicada en el norte de la India, llena de tierra seca y arenosa, casi totalmente estéril. Todos pensaban que jamás iba a poder crecer un bosque frondoso en el lugar, sin embargo un vendedor de leche se atrevió a cambiar el paisaje y mejorar el entorno.
Este es el hombre que plantó un frondoso bosque en un gran desierto, Jadav Payeng.
A los 16 años presenció una terrible escena, numerosas serpientes fueron arrastradas a la isla debido a las inundaciones y al no tener sombra donde refugiarse, todas murieron debido al calor.
Luego de esa situación se comprometió a revivir la isla, a pesar de ser arenosa y árida, decidió plantar un árbol todos los días. En 1979 plantó su primer árbol y luego de 40 años, el lugar se convirtió en el Bosque Mulay, siendo mucho más grande que Central Park y 12 veces más amplio que la ciudad del Vaticano.
Luego de años de trabajo, hoy el bosque ha ayudado a preservar el ecosistema local y la vida silvestre nativa, dando paso a que tigres, venados, rinocerontes, buitres, elefantes y serpientes de Bengala vivan en el lugar y disfruten de una vida rodeados de naturaleza.
Pero eso no es todo, gracias a la forestación, los árboles anclan la isla al continente y protegen el área de la erosión, dejando mucho más tranquilos a sus habitantes.
Gracias al trabajo del fotoperiodista indio Jitu Kalita, quien descubrió el bosque desconocido durante un viaje para fotografiar aves en 2007, el lugar seguiría siendo desconocido para el mundo.
También puedes ver la historia de Jadav en un documental que hizo el fotoperiodista, llamado Forest Man.
Incluso el expresidente de India reconoció su trabajo, nombrándolo como: “Hombre de la selva de la India”.