El dolor crónico es una desafío para las disciplinas médicas.
Una persona que sufre dolor crónico siente como cientos de agujas se clavan en su cuerpo constantemente afectándola a nivel físico, emocional, relacional y cognitivo.
“Hay dolores que matan: pero los hay más crueles, los que nos dejan la vida sin permitirnos jamás gozar de ellas.”
– Antonie L. Apollinarie Fée –
Las personas allegadas a quien sufre este dolor crónico también sufren debido al desconocimiento, la incomprensión y el agotamiento pues aunque quieran empatizar no lograrán ponerse en el lugar de esa persona.
¿Qué puede hacer la psicología ante este tipo de dolor?
La vida para alguien que padece dolor crónico puede volverse una amenaza y un sufrimiento que nos hace ver el futuro con desesperanza.
El dolor crónico afecta el autoestima ya que se vive en una situación limitante y frustrante.
Hay dolor crónico cuando este se prolonga por más de 6 meses y no hay tratamiento que lo alivie, por eso la psicoterapia puede ser de gran ayuda.
“La alegría y el dolor no son como el aceite y el agua, sino que coexisten.”
– José Saramago –
Desafiando el dolor
Ahora te enseñamos algunas técnicas para afrontar el dolor crónico expuestas en el “Manual del dolor” (Moix y Kovacs, 2009).
Debemos conocer aquello que nos desestabiliza ya que desde el entendimiento se trazan buenas estrategias y se rebaja la tensión acumulada.
Hacerse expertos en procesos atencionales nos ayuda a poner el foco de atención en tomar conciencia de nuestro poder sobre el dolor para así relajarnos y no centrarnos en él.
“El hombre a quien el dolor no educó siempre será un niño.”
– Nicolás Tommaseo –
El malestar generado por un estado de ánimo bajo fortalece y alimenta el dolor. El miedo, el cansancio y el estrés aumentan el dolor por eso debemos enfocarnos en las emociones, pensamientos y comportamientos hacia el bienestar para que el dolor no aumente.