No es tu culpa que disfrutes de esas tarde-noches bebiendo cerveza.
El gusto por la cerveza tiene una teoría que la explicaría y que te dejaría sin ninguna culpa.
Si bien algunos creen que nos gustan ciertas bebidas simplemente por su sabor, un nuevo estudio realizado por una académica norteamericana le da un punto a algo que nunca antes se había tenido en consideración.
Marilyn Cornelis, científica de la Universidad de Northwestern buscó variaciones en los genes que tienen que ver con el gusto para identificar la preferencia por ciertas bebidas, pero ella encontró que esto no tiene que ver con los genes del gusto sino más bien con propiedades psicoactivas de las bebidas.
«A la gente le gusta la sensación que les produce el café y el alcohol. Por eso es que lo beben, no por el sabor».Marilyn Cornelis, encargada del estudio
Este estudio habla de los componentes que nos hacen sentir mejor cuando bebemos algo identificando las barreras que hay para que las personas tengan dietas ordenadas.
Esta investigadora descubrió la variante a un gen llamado FTO relacionado a las bebidas endulzadas. Quienes tenían una variante en este gen preferían las bebidas dulces.
Cabe destacar que la variante en el gen FTO también tiene relación con un menor riesgo de obesidad.
«Es contraintuitivo. El gen FTO ha sido algo bastante misterioso, y no sabemos exactamente cómo se enlaza a la obesidad. Es probable que juegue un rol en el comportamiento de las personas, lo que se relacionaría con el control del peso».Marilyn Cornelis, encargada del estudio.
En definitiva el gusto por la cerveza y el café no vienen definidos por su sabor, sino por las sensaciones que nos producen estas bebidas. Es decir nada se relaciona con las papilas gustativas sino con el cerebro.