La cera que se produce en los oídos es una sustancia natural que segregan las glándulas del canal auditivo para lubricar y proteger esa zona de los agentes externos. Cuando se produce de manera excesiva y bloquea el conducto causa molestias como zumbidos, pérdida parcial de la audición y una sensación de picor.
Cuando esto ocurre no es recomendable utilizar hisopos de algodón o incluso los dedos para removerlo, ya que de esta forma solo se empuja la cera hacia el interior del oído y empeora la situación.
Para que esto no ocurra es importante que sepas que existen otros métodos naturales para evitar complicaciones.
Solución salina
El agua con sal es una de las mejores maneras de limpiar el oído, ya que ablanda la cera acumulada y hace más fácil su eliminación.
Disuelve 1 cucharadita de sal en media taza de agua tibia hasta que se incorpore bien. Sumerge un trozo de algodón en el líquido y pon unas gotas dentro de tu oído mientras mantienes la cabeza inclinada durante 3 o 5 minutos para que el agua llegue hasta el interior. Luego cambia de lado para que se drene el líquido y limpiar con un paño para remover la cera del oído.
Aceite de oliva
El aceite de oliva reduce el riesgo de infección en los oídos gracias a sus propiedades antisépticas. Al aplicarlo puedes calmar la inflamación y disminuir el exceso de cerumen.
Calienta 3 gotas de aceite de oliva y aplica dos o tres gotas en el oído. Espera 10 minutos para que el cerumen se suavice e inclina tu cabeza hacia un lado y retira el aceite y la cera de los oídos.
Aceite de almendras
Este aceite lubrica de forma natural y remueve el exceso de cera despejando el canal auditivo.
Aplica cuatro o 5 gotas de aceite de almendras en el oído obstruido mientras mantienes la cabeza ladeada para que el aceite entre por el canal auditivo. Espera 10 minutos para que se ablande la cera y gírate al lado contrario para limpiar el exceso de aceite y cera con un paño.
Peróxido de hidrógeno
También llamada agua oxigenada tiene propiedades efervescentes que ayudan a ablandar los residuos acumulados en el oído, además sus propiedades antisépticas frenan el crecimiento bacteriano y evitan infecciones.
Mezcla 1 cucharadita de peróxido de hidrógeno con la misma cantidad de agua y aplica 5 gotas en el oído afectado. Deja actuar por 10 minutos y luego voltea tu cabeza para remover la cera con un paño limpio.
Aceite de bebé
Las sustancias que lo componen son bastante seguras para aplicar al interior de los oídos y remover el cerumen.
Aplica de dos a cinco gotas de aceite en el oído afectado y séllalo con una bola de algodón para que el aceite no escurra. Espera cinco minutos y limpia con un paño el exceso de cera.
Elige el método que más te guste y elimina la cera en exceso que tienes acumulado en tus oídos antes de que cause un problema mayor.
Recuerda evitar el uso de hisopos de algodón para evitar inflamaciones e infecciones.