El plátano era considerado una fruta exótica, pero hace mucho tiempo que dejó de serlo, es poco frecuente, se exporta mundialmente y es de gran aceptación por las diversas formas que existen de cocinarlo, crudo, asado, horneado, maduro o de cualquier manera es realmente delicioso.
Cuando pelamos el plátano extraemos las fibras blancas que están debajo de la cáscara, las conocemos por tener un sabor menos dulce que la fruta. Pero ¿qué son realmente?
Esta fibra se llama floema y son un tejido conductor de la planta, transporta los productos de la fotosíntesis y en el caso del plátano, se podría decir que es lo mismo que el cordón umbilical.
Estas fibras son las que proporcionan los nutrientes necesarios para el desarrollo correcto de la fruta durante su crecimiento.
El tamaño y la presencia de estas fibras no son señal de la calidad del plátano, así que si te gusta esta fruta, puedes comer con tranquilidad sus fibras ya que son muy saludables.
El líquido del plátano te da la misma fibra útil, vitaminas y minerales que contiene la pulpa.