Comer bien en Navidad no necesariamente requiere mucho gasto. Por ejemplo, esta exquisita receta se hace aprovechando los restos de pan que tengamos en casa junto a frutas desecadas, chocolate, canela y agua de azahar. Es muy sencillo y dejará maravillada a tu familia, y además harás que nada se desperdicie.
Esta merienda se prepara en dos horas y media, y es de dificultad baja.
Ingredientes (para 10 personas):
- 2 barras de pan añejo y duro
- 120 gramos de arándanos secos
- 100 gramos de fruta escarchada
- 100 gramos de miel
- 85 gramos de perlas de chocolate
- 75 gramos de pasas de Corinto
- 75 gramos de ciruelas pasas sin hueso
- 1 1/2 de leche
- 4 huevos
- 50 ml de agua de azahar
- 3 cucharaditas de canela en polvo
Preparación:
Partimos el pan en trocitos y reservamos. En lugar de pan, también podemos usar magdalenas, bizcochos, panettone, brioche o roscón añejos.
En un bol, ponemos la fruta escarcheada en trozos, las pasas, los arándanos y el chocolate. Trozamos las ciruelas pasas y las agregamos, mezclando bien. Reservamos.
Calentamos la leche en el microondas. Ponemos la miel en una jarra grande y le añadimos la leche caliente. Luego de un par de minutos, removemos hasta que la miel se integre perfectamente. Agregamos los huevos de a uno y batimos luego de cada adición hasta que se integren. Incorporamos el agua de azahar, la canela en polvo y el resto de la leche. Mezclamos hasta integrar todo.
En una fuente para horno, ponemos una tarta de pan y la cubrimos con la mezcla de fruta desecada y el chocolate. Luego cubrimos con más pan, repartimos una nueva cantidad de fruta, y así hasta llenar la fuente. Vertemos la leche encima con mucho cuidado, y procurando mojar bien toda la superficie.
Dejamos reposar por media hora, hasta que el pan se empape bien.
Precalentamos el horno a 190 °C y luego horneamos el pudín de pan navideño hasta que esté cuajado. Cuando lleve una media hora, lo tapamos con papel de aluminio para evitar que se queme la superficie.
El tiempo necesario de horneado dependerá del tamaño de la fuente. Sabremos si está listo pinchando con una brocheta de madera en el centro (si sale limpia, está listo), o moviendo la fuente (con guantes para protegernos de las quemaduras), y si el centro tiembla ligeramente, es porque está listo.
Dejamos en el horno con la puerta entreabierta hasta que se enfríe, o lo dejamos reposar sobre una rejilla. Servimos templado (si sobra, puedes darle un golpe de calor antes de servirlo nuevamente).
¡Es realmente delicioso!