La labor de las abejas las convierte en el motor de la vida en el planeta, ya que son las encargadas de fecundar las semillas que producen los alimentos que consumimos, más del 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen de esta acción.
A pesar de su tamaño, desempeñan un rol fundamental, pero lamentablemente el 40% de los polinizadores invertebrados, específicamente abejas y mariposas, se están enfrentando a la extinción, según la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES).
Principales amenazas de las abejas
Neonicotinoides
Plaguicida utilizado en la agricultura que produce, como efecto secundario, la muerte de enjambres enteros. A finales del 2018 en Europa entrará en vigor la normativa que prohíbe su uso en espacios abiertos. Sin embargo, según Greenpeace, este no es el único plaguicida peligroso para las abejas.
Ácaro Varroa
Es procedente del sudeste asiático y se alimenta de la sangre de las abejas, debilitándolas. Se contagia de una colmena a otra y si no es controlado puede matar a las colonia en menos de tres años. Además propaga enfermedades virales y bacterianas.
Nosema ceranae
Parásito unicelular frecuente en los países del sur del Mediterráneo que provoca la muerte de pecoreadoras (abejas obreras de exterior), afectando el desarrollo de la colonia.
Avispa asiática
Especie invasora que se detectó el año 2010 en España. El 30% de su dieta corresponde a las abejas productoras de miel.
Abejaruco
Ave protegida que se alimenta de abejas y otros insectos. Vive en Eurasia y África, y según SEO/BirdLife ambos animales sí son compatibles, pero se ha identificado que la abejas no salen cuando el abejaruco está presente.
Cambio climático
“Modifica los patrones de floración y causa el desplazamiento de muchas plantas, lo que desorienta y trastoca a las abejas”, según Greenpeace.
Deterioro de hábitos por culpa de la actividad humana
Los monocultivos provocan una menor diversidad y disponibilidad de alimentos para los insectos, los que se ven obligados a desplazarse largas distancias, perjudicando su alimentación.
El 20 de mayo se celebró el primer Día Mundial de las Abejas para destacar su importante labor en el mundo. El día fue escogido por el nacimiento de Anton Jansa, pionero en las técnicas modernas de apicultura en Eslovenia, durante el siglo XVIII, quien reconoció además a estos insectos por trabajar duro, requiriendo muy poco atención.